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Vivir en y con la Trinidad Divinapor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-6188-0
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CAPÍTULO UNO

LA VISIÓN EN CUANTO A LA TRINIDAD DIVINA

Lectura bíblica: Jn. 1:1; 17:24b; 1 P. 1:20; He. 9:14; Hch. 2:23; Ef. 1:3-4; Gn. 1:1-2, 26-27; Col. 1:15; Jn. 1:14; Gá. 4:4; Mt. 1:20; Jn. 8:29; 16:32b; 14:10; Lc. 4:1; Mt. 12:28; 1 Jn. 1:7; Hch. 20:28; 2:32; 10:40-41; Ro. 8:11; Hch. 1:11; 1 P. 3:22; Fil. 2:9; Tit. 3:4-6; Col. 1:12-13; 1 Ti. 1:15; Jn. 3:5; Ef. 4:6; Gá. 2:20; Jn. 14:17; 2 Co. 13:14; Jud. 20-21; 1 Co. 12:28; Ef. 4:16; Hch. 9:31; Ef. 4:4; Ap. 21:3, 9, 23; 22:17, 1-2

En este libro queremos tener comunión en cuanto al asunto crucial de nuestra experiencia y crecimiento en la vida divina. Nosotros, como creyentes en Cristo, tenemos una vida maravillosa, admirable y excelente, la vida increada de Dios mismo, la vida eterna. Pero no tenemos mucha experiencia ni tenemos el crecimiento adecuado de esta vida. Si vamos a experimentar y crecer en la vida divina, debemos ser aquellos que viven en la Trinidad Divina y con la Trinidad Divina.

Incluso cuando vamos a visitar a las personas, nuestra carga debe ser llevar y compartir con ellos al Dios Triuno. En Mateo 28:19 el Señor le encargó a Sus discípulos que hicieran discípulos a todas las naciones bautizándolas en del nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, la persona misma de la Trinidad Divina. Éste es el propósito, la meta y el objetivo que tenemos al ir a visitar a la gente. Queremos impartir al Dios Triuno como gracia y realidad para que la salvación entre a las personas que alcanzamos y las podamos introducir en la realidad del Dios Triuno.

Todos necesitamos una visión en cuanto a la experiencia del Dios Triuno como nuestra vida. El Dios Triuno en Su trinidad es para que nosotros lo experimentemos como nuestra vida a fin de que podamos crecer en esta vida. La Trinidad Divina está absolutamente involucrada con la vida divina. En realidad, la vida divina es la Trinidad Divina. Aparte de la Trinidad Divina, no hay vida divina. La vida divina es una persona, una persona que es tres-una. Debemos prestar toda nuestra atención a la experiencia de la Trinidad Divina como nuestra vida. La vida es el Dios Triuno.

El libro de Efesios revela a la iglesia, y la iglesia revelada en Efesios está compuesta del Dios Triuno y lo expresa. Toda la revelación divina en el libro de Efesios está construida con la Trinidad Divina y se compone de la Trinidad Divina (véase el quinto párrafo de la nota 1 de 2 Corintios 13:14, Versión Recobro). Necesitamos recibir una visión que nos gobierne y nos dirija. No es suficiente tener sólo un conocimiento doctrinal. Todos necesitamos recibir una visión divina en cuanto a la Trinidad Divina, en quien y con quien necesitamos vivir. En este capítulo queremos ver la visión acerca de la Trinidad Divina en la eternidad que no tiene principio, en la creación, en la encarnación, en el vivir y obrar que tuvo en la humanidad de Jesús, en Su crucifixión, en Su resurrección, en Su ascensión, en Su salvación, en la vida cristiana, en la vida de iglesia y en la eternidad que no tiene fin.

EN LA ETERNIDAD QUE NO TIENE PRINCIPIO

En el principio el Hijo estaba con el Dios Triuno

Sin la Trinidad Divina, no habría eternidad. La Trinidad Divina es el elemento constitutivo de la eternidad. La eternidad es el Dios Triuno. La eternidad viene y va con el Dios eterno. Juan 1:1 usa la frase “en el principio”. En el principio la Palabra [el Hijo] estaba con [el Triuno] Dios. “El principio” en este versículo se refiere a la eternidad pasada. En la eternidad estaba la Palabra eterna, el Hijo eterno de Dios, y la Palabra estaba con Dios. La palabra griega que se usa para con en Juan 1:1 es pros, y aquí esta palabra es una preposición en movimiento que implica vivir, actuar con alguien o algo en unión y comunión. Esta preposición implica comunión. La Palabra no sólo estaba con Dios en la eternidad, sino que también estaba en comunión con Dios y moviéndose junto con Dios. Esto nos muestra que en la eternidad pasada la Trinidad estaba allí de una manera muy activa. “Dios” en Juan 1:1 se refiere al Dios Triuno, el Padre, el Hijo y el Espíritu.

El Padre ama al Hijo
desde antes de la fundación del mundo

Juan 17:24b dice que el Padre amó al Hijo desde antes de la fundación del mundo. Esto fue antes que el tiempo comenzara. En la eternidad el Padre amó al Hijo. El Amado y el Aquel que ama son dos pero son uno, son uno pero son dos.


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