Iglesia como el Cuerpo de Cristo, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-4182-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Es preciso que veamos un principio fundamental: todos los creyentes han sido conectados interiormente a una fuente, que es llamada la plenitud. En condiciones normales, esta plenitud debe fluir siempre. Hoy en día este fluir se ha detenido en muchos de nosotros; y esta fuente parece estar bloqueada. Por lo tanto, parece que hubiese iglesia pero no el Cuerpo. Por esta razón, no nos sentimos capaces de decir que la iglesia es Su Cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. Somos la iglesia, pero no tenemos la plenitud. El Cuerpo no puede ser expresado porque no tenemos la plenitud.
Necesitamos que nos sea concedida misericordia para ver que la plenitud debe brotar de nosotros. Cuando esta plenitud se manifiesta, el Cuerpo también se manifiesta. Juan 1:16 dice que de Su plenitud recibimos todos, y Colosenses 2:10 dice que estamos llenos en Él. Sin embargo, Efesios 4:12-13 dice que únicamente por medio de la edificación, la iglesia alcanzará la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Mientras no seamos edificados, la estatura de la plenitud de Cristo no se manifestará; únicamente mediante la edificación, la plenitud que está en nosotros podrá edificarse y manifestarse.
La palabra medida en la expresión la medida de la estatura, que aparece en Efesios 4:13, significa “dimensión, medida”. Así que la medida de la estatura es algo muy concreto, algo que tiene una forma, una medida y una dimensión definidas. En Juan 1 nosotros simplemente hemos recibido de esta plenitud. En Colosenses 2 nosotros estamos llenos, hemos obtenido esta plenitud. Sin embargo, esta plenitud aún no ha crecido en nosotros; no ha alcanzado la medida de la estatura ni tiene todavía una figura ni una forma definida. Es únicamente después de la continua obra de edificación que la estatura aumenta constantemente al grado de tener una forma definida. De esta manera, la edificación continúa al grado en que la plenitud de Cristo alcanza la medida de la estatura en un grupo de personas. A esto se le llama la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
Cuando observamos nuestra situación, nos damos cuenta de que no manifestamos la plenitud y que no hemos alcanzado la medida de la estatura. Por ejemplo, únicamente podemos decir que un nuevo creyente que ha sido bendecido por el Señor, se ha unido al Señor interiormente. Esto se debe a que percibimos que la medida en dicho creyente no tiene forma ni figura, sino que más bien es algo vago e indefinido. No sería correcto decir que el Señor no está en él; no obstante, el Señor en él prácticamente aún no ha adquirido ninguna forma. Sin embargo, cuando conocemos a un hermano que es bastante profundo en el Señor y ha sido edificado por el Señor en una buena medida, no sólo sentimos que el Señor está en él, sino que también nos parecerá que vemos en él algo concreto que tiene una medida definida. Hay algo en él que podemos llamar la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Por supuesto, esta medida de la estatura difiere de una persona a otra. En un creyente podemos ver cierta medida, mientras que en otro creyente podemos ver una medida aun mayor.
Esto no es un asunto individual, sino algo relacionado con un grupo de personas. No obstante, por lo general podemos conocer la condición de un grupo, fijándonos simplemente en una de las personas del grupo. Esto suele ser el caso con respecto a una localidad, a una iglesia. Por ejemplo, los hermanos y hermanas de una localidad pueden ser muy fervientes, frescos y vivientes; sin embargo, es posible que el Cristo entre ellos, o la plenitud de Cristo entre ellos, no sea algo muy concreto. Es posible que la plenitud no haya sido formada y que no se manifieste mucho la medida. Después, podemos ir a otra localidad donde no sólo percibimos la frescura y vitalidad en los santos, sino también algo que tiene una medida y una estatura, algo concreto entre ellos. Tal vez dicha medida no sea muy grande ni elevada, pero de todos modos, en un pequeño grado posee una forma y una medida. Esto sería la iglesia, que expresa la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Una vez que la iglesia adquiere una medida, la iglesia tiene una expresión. Para ser la iglesia se requiere tener cierta medida. Debemos pedirle al Señor que nos hable claramente, que nos toque profundamente según nuestra condición, y nos ilumine para que todos podamos ver el Cuerpo de Cristo.
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