Vida necesaria para la predicación del evangelio elevado, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-87083-861-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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La carga de este libro se expresa en las siguientes afirmaciones:
El significado del universo es el hombre.
El significado de la vida humana es Cristo.
La iglesia es la expresión de Cristo.
La vida de la iglesia es la verdadera vida comunal.
Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones.
La Biblia es la revelación divina. Nos revela no solamente a Dios sino también Su propósito. En el cristianismo fundamental la mayoría de los mensajes están relacionados con la salvación personal del hombre. Es raro oír algo acerca del propósito de Dios. Espero que todos podamos ver qué es el propósito de Dios.
Si queremos ver el propósito de Dios, tenemos que ir al libro divino, la santa Biblia. El hombre es el centro del propósito eterno de Dios. Según la Biblia y los estudios científicos, queda claro que el hombre es el centro del universo. El universo se compone de los cielos, la tierra y millones de cosas creadas por Dios. El sol es el centro de nuestro sistema solar, pero este sistema solar es sólo una pequeña parte de una galaxia, y existen millones de galaxias en el universo. Tenemos que entender qué es el centro del universo de Dios. La Palabra de Dios nos muestra que el hombre es el centro del universo de Dios. Si no existiera la vida humana en esta tierra, el universo no tendría sentido.
La Biblia dice en Génesis 1 que primero Dios creó los cielos y luego, la tierra. Después de esto creó todos los seres vivientes. Comenzó al crear los seres del nivel más bajo de vida, la vida inconsciente, que es la vida vegetal. Después, creó los animales. La vida animal es más elevada que la vida vegetal, porque la vida animal es una vida consciente. Finalmente, Dios creó la vida humana. Por lo tanto, tenemos la vida vegetal que pertenece al nivel más bajo de vida, la vida animal que es una vida más elevada, y la vida humana que es la vida más elevada de todos los seres creados.
Supongamos que no hubiera vida en este universo, que no hubiera plantas ni animales ni vida humana. ¿Qué clase de universo sería éste? ¿Le gustaría a usted vivir en un sitio que no tuviera vegetación ni animales? Seguramente a nadie le gustaría vivir en un sitio así. El universo carecería de sentido si no tuviera vida. Dios, sin embargo, creó toda clase de vida: la vida vegetal, la vida animal y la vida humana. Las diferentes clases de la vida vegetal —los árboles, las flores y la hierba— sirven para embellecer. Nueva Zelandia es verdaderamente una tierra hermosa porque está llena de verdor. Es hermosa debido a la abundancia de vida.
Además de la vida vegetal, existen diferentes clases de vida animal. La vida vegetal sirve para embellecer, y la vida animal sirve para satisfacer los intereses del hombre. Por eso, a muchas personas les gusta tener un perrito o un gatito en su casa. Si no existiera vida humana, no habría nadie que disfrutara la belleza de la vida vegetal y el estímulo de la vida animal. El hombre administra y disfruta estas vidas creadas. Por eso, Dios no creó al hombre primero. Primero creó la vida vegetal y luego la vida animal. Después creó al hombre para que disfrutara y ejerciera dominio sobre todas las cosas. Con esto vemos que el hombre es el centro del universo. Si no existiera el hombre, todo el universo carecería de sentido. Si el hombre no es el centro, los cielos y la tierra, con la vida vegetal y la vida animal, vienen a carecer de sentido.
El hombre es el centro y el significado del universo porque Dios le ha confiado Su propósito. Dios no puso Su confianza en ninguno de los demás millones de seres que creó. El la puso en el hombre y le confió Su propósito. Después que creó los cielos y la tierra, con la vida vegetal y la vida animal, Dios tuvo una conferencia en Sí mismo con las tres personas de la Deidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu. Génesis 1:26 dice: “Entonces dijo Dios: Hagamos...” Nótese que el verbo hacer está en plural. Esto es muy significativo. Hay un solo Dios, pero El dijo: “Hagamos”. Esto indica que hubo una conferencia en la Deidad. Dios dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”. Dios tuvo esta clase de conferencia solamente para crear al hombre. En esta conferencia, se tomó una decisión de crear al hombre a Su imagen y conforme a Su semejanza.
La segunda mitad de Génesis 1:26 dice: “Y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra”. Esto nos muestra que la decisión tomada en la conferencia de la Deidad no sólo tenía como fin crear al hombre a la imagen de Dios, sino también darle la autoridad divina, el dominio, el poder que gobierna, la autoridad que reina, sobre todo ser viviente. Además, Dios le dio al hombre la autoridad de gobernar sobre la tierra y aun para sojuzgar la tierra y conquistarla (Gn. 1:28).
Debemos declarar: “¡Aleluya! No soy cosa pequeña, porque fui creado según el consejo de la Deidad. Fui creado a la imagen de Dios y se me encargó la autoridad para gobernar sobre todas las cosas”. Usted debe decirles a los animales que tiene autoridad sobre ellos. Si hace esto, se verá desde el punto de vista de Dios. Esto no quiere decir que sea orgulloso, sino que tendrá respeto para consigo mismo como una persona que fue creada a la imagen de Dios para tener Su autoridad divina sobre todas las cosas.
Nosotros los seres humanos olvidamos quiénes somos. No nos consideramos como seres más elevados que los animales, como los que tienen autoridad sobre los animales. Pero debemos tener presente que somos seres más elevados que los animales. Podemos decirles a todos los animales: “Yo soy un ser más elevado que ustedes. Ustedes no tienen la imagen de Dios, pero yo sí. Ustedes no tienen la autoridad de Dios, pero yo la tengo. No solamente eso, tengo la autoridad sobre ustedes. Ustedes me tienen que escuchar”. Debemos alabar al Señor por habernos creado a Su imagen y por habernos confiado Su autoridad. ¡Qué maravilla!
El propósito de Dios es hacer al hombre primeramente Su expresión y luego Su representante. Somos hechos a la imagen de Dios para expresar a Dios, y tenemos la autoridad de Dios para poderle representar. Somos la expresión de Dios y también Sus representantes en esta tierra. ¡Qué posición y comisión tenemos! Los jóvenes especialmente tienen que afirmarse en esta posición y llevar a cabo la comisión que Dios dio al hombre. Entonces sabrán que ellos siempre tienen que conducirse como expresión de Dios y como Sus representantes. Somos la imagen de Dios y tenemos la autoridad divina sobre todas las cosas. Esto nos muestra que el hombre es el centro del universo. Necesitamos acudir al Señor y alabarle por Su propósito para con nosotros. Debemos alabarle porque nos creó a Su imagen para que le expresáramos y porque nos confió Su autoridad divina para que le representáramos.
¿Qué hace usted aquí en la tierra? Si sabe que fue creado a la imagen de Dios para expresarle y que se le ha confiado Su autoridad para representarle, esto revolucionará toda su vida. Su vida tendrá mucho más significado. Usted nunca será decepcionado. Por supuesto, ser salvo es maravilloso, y debemos alabar al Señor por eso. Pero también tenemos que alabar al Señor por el propósito de Dios. Dios lo salvó a usted con miras a Su propósito. Así que, todos tenemos que decir: “¡Aleluya por el propósito del Señor!”
Al comienzo de este capítulo en la lectura bíblica mencionamos tres porciones de la Palabra divina: Génesis 1, Salmos 8 y Hebreos 2. Génesis 1 dice que Dios tomó la decisión de hacer al hombre a Su imagen y de confiarle Su autoridad. Pero sabemos que después de Génesis 1, el hombre cayó y perdió esa posición. No obstante, después de la caída del hombre vemos el salmo 8. El salmista dijo: “Cuando veo Tus cielos, obra de Tus dedos, la luna y las estrellas que Tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?” (vs. 3-4; cfr. He. 2:6). Nótese que el salmista no dijo: “¿Qué son los ángeles?” Al contrario, dijo: “¿Qué es el hombre?” Mientras el salmista consideraba y miraba los cielos, vio la luna y las estrellas. El debió de haber tenido un aprecio por los ángeles. Pero, en vez de apreciar a los ángeles, dijo: “¿Qué es el hombre?” El miró los cielos, la luna y las estrellas, pero no apreció nada de los cielos. Por el contrario, apreció al hombre de la tierra y se preguntó qué es el hombre.
Hoy en día los científicos tienen mucho interés en la luna y las estrellas. Estados Unidos invirtió mucho dinero y muchos esfuerzos para enviar al hombre a la luna. Aun el salmista estaba considerando la luna y las estrellas, pero el Espíritu lo volvió al hombre de la tierra. No debemos prestar atención a los cielos que contienen la luna y las estrellas. En lugar de eso, debemos prestar atención a la tierra cuyo centro es el hombre. “Oh, Jehová, Señor nuestro, cuán admirable es Tu nombre en toda la tierra” (Sal. 8:1). Nótese que el salmista no dijo que el nombre de Jehová es admirable “en todos los cielos”, sino “en toda la tierra”.
Tengo la carga de ayudar a los jóvenes a ver cuán precioso es el hombre a los ojos de Dios, no solamente en el momento de la creación del hombre, sino también después de su caída. Todo lo que está en esta tierra es un desastre. La tierra se ha convertido en una tragedia por causa de la caída. Por eso, el hombre siempre mira los cielos. Si los jóvenes pudieran volar lejos de la tierra, sin duda alguna lo harían. Pero Dios no nos dio la capacidad de volar. El quiere que nos quedemos en esta tierra. Tal vez esto no concuerda con nuestra preferencia, pero ciertamente es nuestro destino. Tenemos que estar en esta tierra. Aun después de la caída, Dios todavía tiene Sus intereses en la tierra. Cuando miramos los cielos, la luna y las estrellas, Dios vuelve nuestro espíritu para que mire al hombre de la tierra. Tenemos que decir desde nuestro espíritu: “¿Qué es el hombre?”
Para poder ver qué es el hombre, necesitamos los sesenta y seis libros de la Biblia. El hombre es maravilloso y lleno de significado. La Biblia es un libro divino que nos revela no solamente a Dios sino también al hombre. ¿Sabe usted quién es? Si usted quiere saber quién es, necesita conocer la Biblia. Tiene que decir: “Yo soy la expresión de Dios y Su representante. Soy una persona creada a la imagen de Dios y se me ha confiado la autoridad divina”. Todos debemos saber esto. Esto no debe ser meramente un dicho, una doctrina o una enseñanza. Esto debe ser nuestra práctica. Día tras día debemos comportarnos como los que siempre llevan la imagen de Dios como expresión Suya y los que han sido confiados la autoridad divina como representantes de Dios. Este es el propósito de Dios en cuanto al hombre, y aun después de la caída del hombre, Dios no abandonó Su propósito.
Para cumplir Su propósito, Dios mismo se hizo hombre. Se identificó con el hombre. Se hizo a Sí mismo uno con el hombre. El entró al hombre para ser un hombre. ¿Sabe lo que significa ser salvo? Ser salvo, estrictamente hablando, significa que Dios es encarnado en usted para ser uno con usted. Ser salvo no es solamente ser perdonado de sus pecados. Ser salvo significa que Dios se identifica con usted, que Dios es encarnado en usted, que Dios es uno con usted.
Mediante la encarnación Dios se introdujo en el hombre. Luego en la resurrección Dios introdujo al hombre en Sí mismo. Ahora existe un hombre en los cielos quien es la mezcla de lo divino con lo humano. El es un hombre que es completamente uno con Dios. Ser salvo es recibir a este hombre. Ahora que usted es salvo, es una persona muy importante. Es ciertamente una persona muy importante. En este capítulo tengo la carga de elevarlos a ustedes. Tienen que ver cuán elevados son. Deben ver que son personas en este nivel tan alto.
En tiempos antiguos, las personas hablaban con orgullo si pertenecían a una familia real. Pero, ¿saben ustedes que hoy nosotros pertenecemos a una familia que es más elevada que cualquiera de las así llamadas familias reales? Pertenecemos a la familia divina. Somos personas maravillosas, los más importantes de esta tierra. Jesús no solamente es nuestro Salvador, sino también un hombre divino, un Dios-hombre. El es Dios que fue encarnado para hacerse uno con el hombre. Hoy Jesús está en nosotros. El está mezclado con nosotros, y somos una parte de El. Esto nos hace personas muy importantes en este universo.
Si se llevaran a todos los seres humanos de esta tierra, creo que aun Dios mismo se sentiría miserable. Pero alabado sea el Señor, porque hay seres humanos en esta tierra. Pero estos seres humanos están caídos. Miremos la situación actual del mundo. Si los cristianos, los que sabemos que somos personas muy importantes, no existiéramos, ¿cuál sería la situación del mundo hoy? Si hay muchas personas muy importantes en una ciudad, esa ciudad tendrá un gran cambio. Antes de empezar a reunirnos en el salón de reunión Elden de Los Angeles, aquella área era verdaderamente oscura, moralmente hablando. Pero, desde que la iglesia empezó a reunirse allí, aquella área ha mejorado grandemente. Consideren qué clase de situación tendríamos si la iglesia tuviera un gran aumento en número. Por consiguiente, tenemos que ir y hacer discípulos de las naciones.
Tengo una profunda carga que algún día en Los Angeles y en muchas otras ciudades grandes, hayan reuniones de cristianos no según la vieja religión, sino según el recobro del Señor, que hayan reuniones en muchos lugares sin ningún formalismo religioso. Espero en el Señor que algún día El lleve esto a cabo para ganar a la gente. El Señor llevará esto a cabo a través de la generación joven. Esto no puede cumplirse con la vieja religión. El Señor ha terminado con la vieja religión y con sus formalismos religiosos y ordenanzas. El Señor va a hacer algo nuevo.
La edad ha cambiado de la religión a Cristo, de las doctrinas al Espíritu, de los formalismos y rituales a la manera nueva y viviente. Los jóvenes son una generación grandemente bendecida. El Señor hará algo nuevo con la generación joven. Olvídese del pasado. Olvídese de lo que ha obtenido, lo que ha visto, y lo que ha recibido en el pasado. Tiene que entender que hoy el Señor cumplirá Su propósito de una forma maravillosa, de una manera que no se ha visto ni escuchado antes. ¡Que el Señor nos bendiga a todos!
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.