Información del libro

Ley y gracia de Dios en Su economía, Lapor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-1936-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 2 de 4 Sección 3 de 7

B. La gracia vino por medio de Jesucristo:
la gracia de Cristo

Esta gracia vino por medio de Jesucristo; por tanto, es la gracia de Cristo (Jn. 1:17b; 2 Co. 8:9a; 13:14a). En el griego, expresiones tales como la gracia de Cristo y el amor de Dios, están en aposición. Es decir, la gracia y Cristo, Cristo y la gracia, los dos son lo mismo. Por tanto, la gracia de Cristo no significa que Cristo y la gracia sean dos cosas distintas; más bien, significa que Cristo es la gracia. De igual modo, el amor de Dios no significa que el amor sea algo aparte de Dios; más bien, quiere decir que Dios mismo es amor. Este es el sentido que trasmite 2 Corintios 13:14, donde se menciona el amor de Dios, la gracia de Cristo y la comunión del Espíritu Santo. Dios es amor, Cristo es la gracia y el Espíritu Santo es la comunión.

Las primeras tres estrofas de Himnos, #211 dicen lo siguiente:

Gracia, en su mayor definición
Es Dios en Cristo siendo mi porción;
No sólo es algo hecho a mi favor,
Sino Dios mismo como bendición.

Dios se encarnó para que pueda yo,
Hoy recibirle en Su realidad;
Esta es la gracia que viene de Dios,
La cual es Cristo en Su humanidad.

Pablo, el apóstol, no consideró
Más que a Cristo, la gracia de Dios;
Por esta gracia se fortaleció,
Y en la carrera a todos pasó.

Para el apóstol Pablo, la gracia era Dios mismo en Cristo. ¿Podemos nosotros también afirmar que la gracia es Dios en Cristo? Espero que todos podamos ver que la gracia dada a nosotros es Dios en Cristo. Todas las demás cosas no son la gracia: ni esposas o esposos, ni hijos o hijas, ni propiedades o cuentas bancarias, ni educación o posición social. Para nosotros, todas estas cosas no son la gracia. Unicamente Dios en Cristo es la gracia dada a nosotros. Si perdiéramos este Cristo, perderíamos todo lo relacionado a la gracia. Pero si obtenemos a este Cristo, en nuestra experiencia El llega a ser todo lo relacionado a la gracia.

Espero que podamos ver esto. Dios no tiene la intención de que estemos bajo la ley; Su intención es introducirnos en Su gracia. Hoy nosotros somos aquellos que hemos recibido la gracia, la cual es el propio Dios Triuno, o sea, el Padre dado a nosotros en el Hijo, y el Hijo hecho real en nosotros como el Espíritu que mora en nuestro espíritu. El Espíritu que mora en nosotros es la gracia que experimentamos de una manera práctica. Esta es la gracia; la vivimos y vivimos por ella. Aparte de ella, no podemos hacer nada y no tenemos nada.

III. EN LA ECONOMIA DE DIOS,
LA GRACIA DE DIOS ES RICA,
SE MULTIPLICA Y ES ABUNDANTE

A. La gracia de Dios y el gratuito
don en gracia de Jesucristo,
abundan para los muchos

En la economía de Dios, la gracia de Dios es rica, se multiplica y es abundante (Ef. 2:7; 1 P. 1:2b; 2 P. 1:2; Ef. 1:7b-8). Las riquezas de la gracia de Dios sobrepasan toda limitación. Estas riquezas son las riquezas de Dios mismo, las cuales disfrutamos. Además, la gracia de Dios y el gratuito don en gracia de Jesucristo han abundado para los muchos (Ro. 5:15b, 20b).

B. Agraciados en Cristo

Dios nos agració en Cristo con la gracia en Su economía (Ef. 1:6). La palabra agració aquí es un verbo que indica que hemos sido puestos en la posición de gracia, con el fin de que seamos el objeto de la gracia y del favor de Dios, es decir, con el fin de que podamos disfrutar todo lo que Dios es para nosotros.

C. Mediante la redención de Cristo

Un aspecto de la gracia de Dios en Su economía es que Cristo ha venido a ser nuestra redención, otorgándonos el perdón de nuestras ofensas (Ef. 1:7). Además, hemos sido justificados gratuitamente por la gracia de Dios, mediante la redención que es en Cristo Jesús (Ro. 3:24). Mediante la redención efectuada por Cristo, ahora podemos disfrutarlo a El, quien es la gracia.

D. Por la fe de los creyentes

Por una parte, podemos disfrutar a Cristo como gracia por medio de Su redención; por otra parte, tenemos acceso por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes (Ro. 5:2a). La fe resulta en nuestra justificación, y también por ella tenemos acceso a la gracia de Dios. En el griego, la frase creer en lleva el sentido de “entrar en”. Por ejemplo, aunque estuviéramos frente a un avión de propulsión a chorro, si no entramos en el avión, no podremos disfrutar del vuelo. Si usamos nuestra carne y la capacidad natural de ésta, no podremos disfrutar a Dios como la gracia, pero si “creemos en” Cristo, es decir, si “entramos en El”, tendremos acceso al pleno disfrute de la gracia de Dios.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top