Enseñanza de los apóstoles, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-87083-554-4
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Según el Nuevo Testamento, el arrebatamiento tiene diferentes secciones. La recolección de la cosecha en el campo en el Antiguo Testamento tipifica el arrebatamiento de los santos. Antes de la cosecha, las primicias son recogidas, llevadas al santuario, la casa de Dios, y presentadas a Dios para Su disfrute fresco. (Lv. 23:9-14; Ex. 23:19). Después de un período de tiempo, toda la cosecha es segada. Por lo tanto, en el tipo de la cosecha, tenemos las primicias y la cosecha.
El arrebatamiento de los santos está en conformidad con esta figura. Las primicias se mencionan en Apocalipsis 14:1-5. Luego los versículos del 14 al 16 hablan de la cosecha de la mayoría de los creyentes. Estas son dos secciones del arrebatamiento: las primicias y la cosecha.
La sección de los vencedores es la primera sección del arrebatamiento. Estos vencedores son de cinco categorías: el hijo varón, las primicias, los vencedores de Filadelfia, los santos que velan y ruegan, y aquel de entre los dos santos que vela.
En primer lugar, tenemos al hijo varón que se menciona en Apocalipsis 12:5. Apocalipsis 12 describe a una mujer universal y celestial vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y con una corona de doce estrellas en la cabeza. Esa mujer representa la totalidad del pueblo de Dios. El hijo varón que ella da a luz es la parte fuerte del pueblo de Dios, los vencedores. Ellos serán arrebatados antes que comience la gran tribulación, los tres años y medio de la última semana de esta era (vs. 6, 12-17). Ellos serán arrebatados para Dios y Su trono en el tercer cielo donde está Cristo hoy. Apocalipsis 12:11 dice que los vencedores, quienes son parte del hijo varón, son fieles hasta la muerte. Todos ellos son mártires. De ahí que, el hijo varón, que está constituido de todos los vencedores, es diferente de las primicias, quienes son los vencedores que estén vivos.
El arrebatamiento de las primicias se muestra en Apocalipsis 14:1 y 4. Ellos serán arrebatados antes de la manifestación del anticristo y su persecución de los santos (vs. 9-12). Esto significa que el arrebatamiento de ellos tendrá lugar antes de los tres años y medio de la gran tribulación. Ellos serán arrebatados al monte de Sion en el tercer cielo donde está Cristo con el Padre hoy. En la Biblia hay dos montes de Sion. Uno es el Sion terrenal, que es uno de los montes sobre los cuales Jerusalén está edificada. El otro es el Sion celestial que está en el tercer cielo donde Cristo está con el Padre hoy.
Apocalipsis 14 no dice que las primicias serán arrebatadas. Esto se debe a que estos vencedores seguían al Cordero todo el tiempo. Puesto que ellos siempre estaban con el Cordero habiéndole seguido adondequiera que El iba, ellos se ven en Apocalipsis 14 de pie con el Cordero en el monte de Sion. Como ellos ya están en la presencia del Señor, el arrebatamiento no vendrá como una sorpresa para ellos. Ellos viven en el cielo hoy, y estarán de pie con el Cordero en los cielos en el monte de Sion en el futuro.
El tercer tipo de vencedores es el de aquellos que están en Filadelfia (Ap. 3:7-8). Filadelfia es la iglesia cumbre entre las siete iglesias de Apocalipsis 2 y 3. Esta iglesia tenía dos puntos excelentes. En primer lugar, ellos guardaron la palabra de Dios aunque tenían poca fuerza; y en segundo lugar, no negaron el nombre de Cristo. Es por esto que no nos agrada tener algún nombre denominacional, como por ejemplo, Bautista, Luterano, Presbiteriano, Episcopal o Metodista. Todos estos nombres son un insulto para Cristo. Si una esposa fuera a adoptar otro apellido aparte del de su esposo, eso sería un insulto para el esposo. Nosotros somos cristianos. No somos bautistas, luteranos, presbiterianos, episcopales ni metodistas. Somos de Cristo, así que debemos guardar Su nombre. Tenemos que ser como aquellos que estaban en Filadelfia, que guardaron Su palabra y no negaron Su nombre. Estos vencedores de Filadelfia serán arrebatados antes de la hora de prueba que viene sobre toda la tierra habitada, es decir, el tiempo de la gran tribulación de los últimos tres años y medio de esta edad (3:10; Mt. 24:21; Ap. 12:13-14). Ellos serán arrebatados al templo de Dios que está en el tercer cielo donde está Cristo con Dios hoy (3:12). Estos vencedores serán columnas en el templo de Dios.
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