LECCION SEIS

LA PROMESA DE DIOS DE LA REDENCION

BOSQUEJO

1. El plan de Dios de la redención.
2. La promesa de Dios de la redención:
   1. La simiente de la mujer.
   2. La simiente de Abraham.
   3. El León de la tribu de Judá.
   4. La simiente de David.
   5. Lo concerniente al nacimiento de Cristo:
      1. Una virgen concibiendo y dando a luz un hijo.
      2. Un niño nos es nacido y un hijo nos es dado.
      3. Sus salidas habiendo sido de antiguo, de la eternidad.
   6. Lo concerniente al vivir humano de Cristo.
   7. Lo concerniente a la muerte de Cristo.
   8. Lo concerniente a la resurrección de Cristo.
   9. Lo concerniente a la ascensión de Cristo.
   10. Lo concerniente a la segunda venida de Cristo.

TEXTO

I. EL PLAN DE DIOS DE LA REDENCION

En Su plan eterno, Dios se propuso crear todas las cosas y tener al hombre para cumplir Su plan eterno. Además, conforme a Su presciencia y previsión, es decir, conforme a Su presciencia de la caída del hombre, El se propuso redimir al hombre después de la caída. La redención de Dios ni fue una adición a Su plan original, ni una idea tardía para remediar el problema, sino que fue planeada y preparada desde el principio. En el plan eterno de Dios, El predeterminó que después de la caída del hombre, Cristo efectuara la redención. Por eso, a los ojos de Dios, Cristo fue inmolado desde el principio del mundo (Ap. 13:8).

II. LA PROMESA DE DIOS DE LA REDENCION

La redención fue planeada de antemano y predeterminada por Dios. Por esto, antes de que la redención viniera, en el Antiguo Testamento Dios la prometió muchas veces, claramente prediciendo los diferentes aspectos de Su redención.

A. La Simiente de la Mujer

Después de que el hombre pecó y cayó, Dios entró inmediatamente para prometer al hombre que la simiente de la mujer vendría. Cuando El viniera, heriría la cabeza de Satanás (Gn. 3:15). El herir su cabeza es causar su muerte.

La simiente de la mujer es el Señor Jesús. Entre toda la raza humana, sólo El nació de mujer (Gá. 4:4). El vino a la tierra para deshacer las obras del diablo (1 Jn. 3:8), para que por medio de la muerte El destruyera al diablo (He. 2:14).

Por lo tanto, en el tiempo de la caída de hombre, Dios prometió que Cristo vendría de una mujer para destruir a Satanás, el que engañó y dañó al hombre.

B. La Simiente de Abraham

Cristo no es sólo la simiente de la mujer, sino también la simiente de Abraham (Gn. 13:15; 17:8; Gá. 3:16), como es tipificado por Isaac. Primero, El lleva bendiciones a las naciones. Ya sean judíos o gentiles, todos serán bendecidos en El (Gn. 22:18a). La bendición es el Espíritu. Por la fe en Cristo, hemos recibido el Espíritu (Gá. 3:14). En segundo lugar, fue ofrecido a Dios, fue hecho morir y fue resucitado (comp. Gn. 22:1-12; He. 11:17, 19). En tercer lugar, El ganará la novia (comp. Gn. 24:67). Esto describe a Cristo, como el prometido por Dios, llevando bendiciones a las naciones, siendo ofrecido aun hasta la muerte, y siendo resucitado. Después de la resurrección, El gana a los que El ha redimido para ser Su novia (Jn. 3:29; Ap. 19:7).

C. El León de la Tribu de Judá

En Génesis 49:8 y 9, Dios prometió que el Cristo venidero sería el león victorioso. “Cachorro de león, Judá. De la presa subiste, hijo mío.” Este es un cuadro que describe a Cristo. (Ap. 5:5). Cuando Cristo fue crucificado en la cruz, El era un león cachorro que asía la presa. La presa que El asió en la cruz incluye el mundo entero, a todos los pecadores y aun a Satanás. Después de tomar Su presa, El se fue a la montaña, eso es, El ascendió al tercer cielo. Efesios 4:8 dice: “Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad”.

“Se encorvó, se echó como león” (Gn. 49:9b). Esto indica que Cristo es también un león encorvado, el cual, después de disfrutar su presa, está satisfecho y se acuesta. Esto describe a Cristo en los cielos, disfrutando de lo que El ha logrado. El mismo versículo también compara a Cristo con una leona. El nos ha producido como Sus muchos cachorros.