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Resultado de la dispensación de la Trinidad procesada y la transmisión del Cristo que lo transciende todo, Elpor Witness Lee

ISBN: 978-0-87083-788-3
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Actualmente disponible en: Capítulo 6 de 7 Sección 3 de 4

EL DAÑO CAUSADO POR LAS OPINIONES

Las opiniones son otra fuente de división. En una reunión de la mesa del Señor vi una situación que muestra esto. En aquella reunión, tenían cubiertos la copa y el pan. Después de un rato un hermano se paró y quitó la cubierta. La razón por la cual lo hizo fue que él pensaba que se debían ver los elementos para mostrar la muerte del Señor. Pero más tarde otro hermano los cubrió de nuevo. El hizo esto para proteger el pan y el vino de una mosca que estaba en el salón. Los dos hermanos se molestaron. Estaban metidos en sus opiniones. ¿Puede el Señor bendecir tal reunión? Si un hermano teme enfermarse por la mosca, no debe decir ni hacer nada. Cuando le pasen la copa, puede simplemente no tomar de ella y pasarla a la siguiente persona. No debe tener opinión.

Me gustaría dar otro ejemplo para mostrar cómo las opiniones pueden causar estorbos. Tres hermanos iban en un automóvil de Anaheim a Los Angeles. Antes de salir, empezaron a discutir en cuanto a cuál sería la mejor ruta. Argumentaron entre sí por mucho rato. En ese tiempo podrían haber llegado a Los Angeles, sin importar la ruta. Esto muestra cómo las opiniones pueden demorarnos.

He servido a la iglesia y he ministrado la palabra a las iglesias por más de sesenta años. Casi no he visto ningún hermano que no sea regido por sus opiniones. El que sea dominado por sus opiniones no ve el Cuerpo. Si pregunta a los hermanos que han trabajado conmigo los últimos cinco años aquí en Anaheim, ellos le dirán que nunca discuto con ellos. Si me preguntan en cuanto a su deseo de ir a alguna parte, les digo que oren y que si les parece que el Señor les está guiando así y pueden, deben ir. Estos hermanos le dirán que yo no soy dogmático. Muchas veces las hermanas son dogmáticas. Tal vez no expresen sus opiniones a los demás, pero las expresan a su marido. Debemos rechazar nuestras opiniones, porque perjudican al Cuerpo de Cristo.

EL SIGNIFICADO INTRINSECO
DE LA IGLESIA ES EL CUERPO

Necesitamos ver la manera en que Pablo presenta el Cuerpo de Cristo en Efesios 1. Pablo dijo que Dios levantó a Cristo, lo sentó en los cielos, sometió todas las cosas bajo Sus pies y lo dio por Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia. En la siguiente frase dice: “la cual es Su Cuerpo” (v. 23a). La iglesia es el Cuerpo. Esto indica que el significado intrínseco de la iglesia es el Cuerpo. Sin el Cuerpo la iglesia no significa nada. En el griego la iglesia es la ekklesía, la congregación de los llamados. Pero el significado de esta congregación es el Cuerpo.

En el recobro hoy día hay más de mil doscientas iglesias en el mundo, pero somos un solo Cuerpo. Si nos consideramos iglesias individuales o creyentes individuales, estamos terminados. Debemos considerarnos un solo Cuerpo. Si las partes de nuestro cuerpo físico tuvieran su propia jurisdicción y fueran autónomas, nuestro cuerpo se acabaría. Pero gracias al Señor que todos los miembros de nuestro cuerpo físico se someten el uno al otro, así que nuestro cuerpo puede moverse y actuar como debe. Supongamos que queremos ir a algún sitio y que todas las partes de nuestro cuerpo acuerdan ir menos nuestros pies. Si los pies pudieran hablar, tal vez dirían a los demás miembros: “¿No saben que estamos cansados? No tienen amor. No se compadecen de nosotros. Ustedes quieren ir, pero nosotros no queremos, porque no tenemos las fuerzas”. ¿Qué clase de cuerpo sería éste? En la práctica, no sería un cuerpo. Esto es lo que significa “estar sin cuerpo”. Actualmente la situación entre los cristianos en cuanto al Cuerpo de Cristo es ésa. No tienen cuerpo.

Por lo menos yo puedo testificar por mí y por mi hermano mayor, el hermano Watchman Nee. Siempre nos conducíamos y obrábamos en el recobro como un solo Cuerpo. Por esto el recobro del Señor ha podido existir en la tierra en los últimos setenta años. No tenemos ninguna organización para guardar nada, pero el recobro todavía está aquí. El recobro todavía existe y ha sido preservado según el principio del Cuerpo. Mientras yo ministraba la palabra, muchas veces pensaba en el hermano Nee. Tenía en mente lo que él decía; no quería hablar nada que contradijera su ministerio. Si hubiera hablado de manera contradictoria, ¿dónde estaría el recobro hoy? Tenemos que conocer el Cuerpo.

Me gustaría decir de nuevo que el Cuerpo es el significado intrínseco de la iglesia. Si no hubiera Cuerpo, la iglesia no tendría significado. La iglesia no tiene sentido sin el Cuerpo. Pero, aleluya, ¡tenemos el Cuerpo! Sin el Cuerpo, la iglesia no tiene sentido, pero con el Cuerpo, tenemos el significado intrínseco de la iglesia.

El Cristo que lo trasciende todo está por encima de todas las cosas. El está por encima del Hades, de la tierra, de los aires y aun del tercer cielo. El se trasmite a la iglesia, la cual es el Cuerpo de Aquel que todo lo llena en todo.

¿Cuál es la diferencia entre la iglesia y el Cuerpo? Necesitamos ver que la iglesia de Dios es la estructura y el Cuerpo de Cristo es el organismo. Podemos usar como ejemplo el manzano. El árbol es la estructura, y las manzanas son la esencia orgánica de este árbol. Si sólo tiene el manzano, no tenemos mucho. El propósito del manzano es las manzanas. No comemos el manzano; comemos las manzanas. Las manzanas son producto del manzano. La iglesia es la estructura, como el manzano, y el Cuerpo de Cristo es la esencia orgánica de la iglesia, como las manzanas que son la esencia orgánica del manzano. Los dos son uno. La iglesia es la estructura que produce la existencia. El Cuerpo de Cristo es el contenido orgánico que satisface al pueblo.

Hemos visto mucha oposición por una sola razón. No estamos aquí sólo para salvar almas. Estamos aquí para llevar a cabo la economía eterna de Dios, con el fin de que obtenga el Cuerpo para Su Hijo, Cristo, y este Cuerpo tiene que ser consolidado en iglesias locales. En este país ha habido varios gigantes espirituales, pero a ningún le ha interesado la iglesia. Sólo se preocupan por ganar almas, pero ¿dónde están los millones de almas hoy? ¿Dónde está la economía de Dios? ¿Dónde está la iglesia que constituye el Cuerpo? ¿Dónde está el “manzano”, y dónde están las “manzanas” hoy? En cuanto a la economía de Dios, hay muy pocos en esta tierra que se ocupan del cumplimiento de la intención de Dios según el deseo de Su corazón. Pero tengo plena seguridad de que el recobro que cuidamos hoy, por la misericordia y gracia del Señor, es absolutamente de El. La evidencia más contundente de esto es lo que dice el Señor. Por muchos años el oráculo del Señor en esta tierra ha estado en el recobro y sigue estando allí.


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