Disfrutar las riquezas de Cristo para la edificación de la iglesia como Cuerpo de Cristopor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7932-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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El edificio es el punto máximo de todas las Epístolas escritas por los apóstoles. Lamentablemente, no obstante, la mayoría de los cristianos buscadores hoy no ha visto esto. Ellos se interesan por muchas cosas buenas, pero simplemente no les interesa este asunto. Algunos dicen que siempre y cuando ellos ganen almas, o sea, conduzcan a las personas a Cristo, eso es maravilloso. Otros dicen que en tanto ellos enseñen la Biblia para ayudar a que la gente conozca la Palabra de Dios, eso es maravilloso. Otros también dicen que mientras ellos cuenten con un buen número de creyentes que salen al campo misionero en los países extranjeros para propagar el evangelio por causa de la propagación del reino de Dios, eso es maravilloso. Algunos dicen que siempre y cuando ellos edifiquen a las personas en su fe y les ayuden a crecer en vida, eso es maravilloso; mientras que hoy muchos dicen que en tanto ellos ayuden a las personas a hablar en lenguas y obtener los dones carismáticos, eso es maravilloso. Yo también digo que esas cosas son maravillosas.
Sin embargo, si hablamos con muchos creyentes acerca de la edificación del Cuerpo, ellos quizás digan: “Esto es un asunto difícil. No hablen de ello. El Señor mismo se ocupará de esto algún día en el porvenir”. No deberíamos hablar de esta manera. Estamos aquí por la predicación del evangelio, estamos por la Biblia, estamos por la obra misionera, estamos por la vida interior y estamos por las prácticas carismáticas genuinas y apropiadas. No obstante, debemos percatarnos de que todas estas cosas tienen como fin el edificio. Dios no está interesado meramente en piezas de piedra; Su interés se centra en Su casa.
¿Qué es lo que tenemos hoy? ¿Es una casa o sólo una pila de materiales? Quisiera incluso preguntarles a los que se reúnen en una iglesia local: ¿Están apilando o edificando? Apilar es una cosa, pero edificar es otra cosa. Podemos amontonar juntos todos los materiales de una casa, pero eso todavía no es una casa. Muchos grupos libres sólo constituyen una pila de materiales, no el edificio. La Biblia dice claramente que en el edificio todos los materiales están bien acoplados (Ef. 2:21). Esto no es apenas un montón, sino una edificación. Esto no es sólo amontonar, sino edificar. Resulta fácil decirles a las personas dónde se lleva a cabo la predicación del evangelio, así como campañas y cruzadas. Es fácil decir dónde se llevan a cabo los estudios de la Biblia en casas, y es fácil decir dónde hay una obra misionera en los diversos países. De igual manera, es fácil decir dónde se habla en lenguas. Sin embargo, ¿dónde está el edificio hoy? Quizás alguno haya sido cristiano por muchos años, y tal vez conozca muchas cosas que corresponden a los cristianos, pero ¿nos puede indicar dónde está la edificación?
Podemos también preguntar: “¿Con quién hemos sido edificados?”. Tal vez alguien diga que él se ha relacionado con las personas de su misma misión o de la clase del estudio de la Biblia, pero eso es apenas una relación; no es edificación. Cuando dicha persona se siente contenta, él permanece en esa relación; pero si se siente infeliz, él mismo se saldrá. ¿Puede una piedra en una edificación decir: “Ahora no me siento contento, me voy a salir de la edificación”? El Señor Jesús podría decirle a un creyente edificado: “Piedrecilla, lo siento. No puedes salirte. Tú has sido edificado”.
Las piedras son idóneas para la edificación. Son inservibles para otros propósitos, pero son muy útiles para el propósito de edificar. Soy un pobre hombre que durante cuarenta años ha sido arruinado por el Señor Jesús por causa de la vida de iglesia, y nunca lo he lamentado. No puedo salirme de la edificación, y tampoco puede hacerlo cualquier otro miembro edificado.
Hoy es difícil encontrar creyentes que han sido juntamente edificados. No obstante, es fácil ver muchos cristianos que deambulan. Ellos son “turistas de la iglesia”. Un creyente así podría decir: “Hace tres años me fui de gira e hice una buena excursión por la Iglesia Bautista del Sur, pero después de un corto tiempo me aburrí de ello, así que hice un viaje a la Iglesia Presbiteriana y di un recorrido allí. Al comienzo fue maravilloso, pero finalmente me decepcioné. Luego, encontré un ‘guía turístico’, y él me llevó a ciertas reuniones carismáticas. Allí tuve un paseo para ver bien a los que hablan en lenguas y los rodadores santos, los saltadores santos, los reidores santos y los llorones santos. Sin embargo, con el tiempo estaba harto también de esto. Ahora me pregunto adónde habré de hacer mi siguiente gira”. Esto es un ejemplo de la situación actual. Hay demasiados turistas de la iglesia y viajeros de la iglesia. Tal vez un mes un hermano se sienta contento con cierto grupo porque corresponde a su carácter y gusto naturales, pero esta clase de amor natural no puede durar mucho tiempo. Después de unos tres meses, quizá él ya no esté contento con ese grupo. Entonces él busca el directorio de la iglesia publicado en el periódico y sale de viaje otra vez.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.