Información del libro

Estudio-vida de Hebreospor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-3845-5
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 6 de 69 Sección 4 de 5

D. El Sumo Sacerdote

Mientras Cristo combate como nuestro Capitán, Él también nos ministra como nuestro Sumo Sacerdote. No debemos sentirnos turbados. Por un lado, Él es el Capitán que combate; por otro es un Sumo Sacerdote que ministra. Él nos ministra todo lo que necesitamos. Por tanto, no careceremos de nada, pues Cristo nos lo ha de ministrar.

Después que Abraham peleó contra el enemigo y liberó a Lot, Melquisedec, el Sumo Sacerdote, vino a él a ministrarle pan y vino (Gn. 14:14-20). Más adelante en nuestro estudio de Hebreos, veremos que nuestro Jesús es Melquisedec. Si queremos disfrutar del ministerio de Melquisedec, debemos combatir. Es sólo cuando combatimos que Él viene a ministrarnos. Si no combatimos, no debemos esperar que Cristo venga a nosotros como Melquisedec para ministrarnos pan y vino. Pero si estamos dispuestos a combatir, puedo asegurarles que después de cualquier batalla, Cristo vendrá a nosotros como Melquisedec que nos ministra, y disfrutaremos de Su suministro de pan y vino. Esto es maravilloso. Éste es otro factor que hace que nuestra salvación sea tan grande.

Esta “salvación tan grande” no sólo incluye un Redentor y un Salvador, sino también un Capitán que combate por nosotros y un Sumo Sacerdote que nos ministra. ¡Podemos estar alentados! Ahora bien, si no combatimos, seremos derrotados y no tendremos pan ni vino para alimentarnos; pero si combatimos, no sólo obtendremos la victoria, sino que además recibiremos pan y vino. ¡Aleluya por esta salvación tan grande! Esta salvación es grande en cuanto a lo que Cristo es.

II. ESTA SALVACIÓN ES GRANDE CON RESPECTO A
LO QUE CRISTO HA HECHO, ESTÁ HACIENDO Y HARÁ

A. Él efectuó la purificación de nuestros pecados

¿Qué cosas ha hecho Cristo? Él efectuó la purificación de nuestros pecados (1:3). Podemos estar en paz; ya fuimos purificados de nuestros pecados. Es cierto que debemos aborrecer nuestros pecados, pero no debiéramos permitir que éstos nos perturben. Cristo nos purificó una vez y para siempre de nuestros pecados (7:27).

B. Él gustó la muerte por nosotros

Cristo gustó la muerte por todos nosotros (2:9). Ya que Él gustó la muerte, ésta ha sido abolida (2 Ti. 1:10). La muerte fue anulada. No debemos creer en la muerte; niéguela. ¿Existe la muerte en su iglesia? Niéguela. ¿Tiene alguna enfermedad en su cuerpo físico que indica que la muerte está presente? No crea en ella; no la acepte, pues es una mentira.

C. El Señor destruyó a Satanás al participar
de nuestra naturaleza
para librarnos de la esclavitud

Cristo destruyó a Satanás. Él participó de nuestra naturaleza a fin de destruir al diablo, quien tiene el imperio de la muerte (2:14-15). Él logró esto en la cruz, y ahora Satanás ha sido anulado. Cada vez que Satanás venga a usted, dígale: “Satanás, has venido al lugar equivocado. ¿No sabes que has sido destruido? ¿Quién te liberó? ¡Regresa a tu lugar!”. La mejor manera de derrotar a Satanás es avergonzándolo. Debemos decirle: “Satanás, ¿no sabes que ya fuiste derrotado? Tú fuiste destruido. Regrésate y quédate en tu lugar”. Entonces él se irá. Al participar de nuestra naturaleza y destruir a Satanás, Cristo nos liberó de la esclavitud. La muerte fue abolida, Satanás, quien tiene el imperio de la muerte, ha sido destruido, y nosotros fuimos liberados de la esclavitud.

D. El Señor está santificándonos

Actualmente, Cristo nos está santificando (2:11). Él es el que santifica y nosotros los que somos santificados. Él está santificándonos día tras día (1 Ts. 5:23-24). Nosotros estaremos continuamente bajo Su obra santificadora hasta que seamos plenamente transformados a Su imagen (2 Co. 3:18).

E. El Señor es poderoso para socorrernos

Cristo es poderoso para socorrernos (2:18). Él es poderoso para ayudarnos en todo hasta el final. No presten atención a las mentiras; no hagan caso a sus circunstancias, debilidades o problemas, ni aun a sus cónyuges, ya que es posible que a momentos actúen como pequeños mentirosos. Sus enfermedades, sus debilidades y su medio ambiente pueden también ser engañosos. No crean ninguna mentira. Los hermanos que llevan la delantera jamás deberían escuchar mentiras. A menudo, el enemigo usa a los hermanos o hermanas para hablar mentiras a los hermanos responsables. Por ejemplo, alguien podría decir: “El nivel de las reuniones de la iglesia ha descendido mucho”. Cuando alguien dice esto, no es necesario entrar en argumentos con él; simplemente debemos cerrar nuestros ojos y decir: “Eso es una mentira. ¡Apártate! Yo creo que la iglesia es viviente y que está en lo alto”. Esto es fe. Ensaye esto y vea los resultados. Hermanas, si ustedes dicen que su esposo no es bueno, les aseguro que él seguirá siendo un inútil simplemente porque usted así lo ha profetizado. Usted debe cruzar el río. No piense que su esposo es inútil; en lugar de ello diga: “Mi esposo es el mejor de entre todos los hombres”. Si usted dice esto, el Señor vendrá, escuchará su profecía y hará que su esposo sea el mejor. El Señor es capaz de ayudarnos en todas las cosas. Él es poderoso para socorrernos en cualquier situación.

Todo lo que Cristo hizo en el pasado, lo que está haciendo en el presente y lo que hará en el futuro, está todo incluido en esta “salvación tan grande”, y todos éstos son factores que hacen que Su salvación sea “tan grande”.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top