Pleno conocimiento de la Palabra de Dios, Elpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-4719-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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En este mensaje llegamos a un tema muy importante: hay algunas verdades importantes que han sido entendidas erróneamente. Hay muchas verdades bíblicas que se han entendido erróneamente. De hecho, son pocos los que han aprendido la Biblia de una manera ordenada, ortodoxa y paso a paso. Es por ello que en un mensaje anterior les mostré la manera correcta de entender la verdad. Debemos entender la Biblia literalmente, y también debemos tener en cuenta el contexto, usando toda la Biblia para explicar cualquier versículo. Además, debemos ir más allá de la letra a fin de recibir la revelación de la vida. Después de esto, debemos recordar que la teología de los Hermanos es la mejor y que debe ser aceptada. Las enseñanzas de la escuela de los de la vida interior y la visión de Calvino acerca de la predestinación de Dios también deben ser aceptadas. Sin embargo, no debemos aceptar la doctrina armeniana de la responsabilidad humana. Además de esto, también debemos aceptar la verdad en cuanto a la recompensa y el castigo del reino. Si tenemos en cuenta todo esto, nuestra exposición de la Biblia será más o menos del nivel requerido. Después de que se impriman estos mensajes, espero que todos ustedes adquieran una copia. Estos mensajes deben servir como un memorial eterno de que la Biblia no debe ser enseñada de cualquier manera. Si seguimos estos principios, no nos desviaremos en nuestra enseñanza de la Biblia.
Hoy en día cinco de las verdades bíblicas más cruciales son ignoradas y entendidas erróneamente: la economía de Dios, la impartición de Dios, la Trinidad Divina, el Dios-hombre Jesús y la mezcla de Dios con el hombre. En este mensaje examinaremos las primeras dos verdades, y en el siguiente mensaje estudiaremos las otras tres.
En primer lugar, la economía de Dios es la administración, distribución y plan domésticos de Dios. Pese a que la palabra china para “economía” es antigua y quizás no ha sido usada a menudo, con todo, es una buena palabra. Hace más de sesenta años yo escuché a las personas usar la expresión china estar llenos de economía. El significado de esta frase es estar llenos de reglas, planes, ideas y preparativos. Cuando vemos los cielos y la tierra que Dios creó, en seguida nos damos cuenta de que Él es un Dios plenamente capaz y que ha obtenido muchos logros.
Dios tiene una gran familia; por lo tanto, Él tiene una administración doméstica, que es la distribución que Él hace o Su plan. Según la Biblia, esto es Su economía. Efesios 3:9-11 dice: “De alumbrar a todos para que vean cuál es la economía del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas; a fin de que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor”. El propósito eterno equivale al propósito de los siglos. Aquí vemos que hay un misterio escondido en Dios. Este misterio consiste en obtener una iglesia que exprese Su sabiduría. Por consiguiente, este misterio Suyo vino a ser la manera en que Él distribuye o dispone las cosas, y esta distribución es tanto Su economía como Su plan. Sólo puedo decirles esto por ahora. Les pido que después regresen y lean cuidadosamente este pasaje de la Biblia, el cual es muy profundo.
Efesios 1:9-10 dice: “Dándonos a conocer el misterio de Su voluntad, según Su beneplácito, el cual se había propuesto en Sí mismo, para la economía de la plenitud de los tiempos, de hacer que en Cristo sean reunidas bajo una cabeza todas las cosas, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra”. Efesios 3:9-11 dice que la economía de Dios es Su misterio cuyo propósito es obtener una iglesia. Efesios 1:9-10 dice: “Para la economía de la plenitud de los tiempos, de hacer que en Cristo sean reunidas bajo una cabeza todas las cosas”. Es por medio de la iglesia que todas las cosas serán reunidas bajo una cabeza. Esta condición se hará manifiesta en la Nueva Jerusalén. La Nueva Jerusalén es la iglesia, y el centro de la iglesia es Cristo. Por medio de la Nueva Jerusalén, Dios logrará reunir todas las cosas bajo una cabeza en Cristo, a fin de que la gloria de Dios sea expresada eternamente. Ésta es la economía de Dios.
Es posible que cuando los hermanos y hermanas jóvenes empiecen a leer la Biblia, no les parezca muy significativo este punto. Pero no deben decir esto, pues este punto será de gran ayuda para ellos. Debido a que muchas personas desconocen este punto, su entendimiento de la Biblia no solamente es superficial, sino también muy corto de vista. Es por ello que no tienen una perspectiva amplia o de largo alcance. Hoy en día muchos cristianos únicamente prestan atención a las doctrinas basadas en los cuatro Evangelios y en una parte de Hechos, pero no van más allá de ese punto. Por esta razón, en su lectura ellos no ven la iglesia ni la Nueva Jerusalén, la cual viene después de la iglesia.
En primer lugar, la administración doméstica de Dios es la manera en que Él organiza y dirige Su casa. Dicha gestión doméstica implica una administración. Pablo era alguien que había recibido el ministerio de esta administración doméstica; de hecho, él recibió el ministerio más grande. Él era un gran mayordomo que servía en la administración doméstica de Dios. Él sabía que el misterio de Cristo era la iglesia (Ef. 3:2-4), y como mayordomo que era, completó la Palabra de Dios, es decir, el misterio que había estado oculto por los siglos y las generaciones. Si Pablo no hubiese escrito sus catorce epístolas, la Palabra de Dios no habría sido completada. La Palabra completada es un misterio, y este misterio es Cristo, quien mora en los creyentes como la esperanza de gloria (Col. 1:25-27). Pablo primeramente entendió que el misterio de Cristo es la iglesia, y luego puso por escrito todo lo que vio. De esta manera, la revelación divina y la Palabra de Dios fueron completadas. Por último, él predicó las inescrutables riquezas de Cristo al pueblo escogido de Dios (Ef. 3:8). De esta manera se produjo la impartición de Dios.
Ahora llegamos al segundo punto: la impartición de Dios. Aunque no encontramos el término impartición en el Nuevo Testamento, es un hecho de que está ahí. En primer lugar, la impartición de Dios es la meta de la economía de Dios, y segundo, ésta tiene como objetivo impartirnos a nosotros, los que creemos en Cristo, las inescrutables riquezas de Cristo en la rica operación del Dios Triuno (Ef. 3:8). Hoy en día las riquezas del Dios Triuno están continuamente actuando y operando a fin de impartir poco a poco en Sus creyentes las inescrutables riquezas que fueron almacenadas por Cristo. En esto consiste la impartición de Dios. En 2 Corintios 13:14 dice: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros”. La gracia es de Cristo, el amor es del Padre y la comunión es del Espíritu. El amor es la fuente, la gracia es la manifestación y el fluir, y la comunión es la transmisión, la acción de distribuir. El fluir del amor es la gracia, el movimiento de la gracia es la comunión, y cuando nos llega la comunión, todas estas cosas vienen a nosotros. De este modo, recibimos amor, recibimos gracia y también recibimos comunión. Ésta es la operación de las riquezas del Dios Triuno, la cual nos infunde las inescrutables riquezas que han sido almacenadas en Cristo. El propósito de esta impartición es producir la iglesia (Ef. 3:10).
Quisiera ahora darles una palabra de advertencia. Pablo dijo en 1 Corintios 3:17: “Si alguno destruye el templo de Dios, Dios le destruirá a él”. Hoy debemos ser muy cuidadosos con respecto a nuestra actitud para con la iglesia. Quienquiera que destruya la iglesia de Dios sufrirá pérdida. Esto es un asunto muy serio porque Dios en Su misterio tiene una economía, un plan, el cual consiste en obtener la iglesia. Por esta causa, Él incluso imparte Sus riquezas en Cristo a Su pueblo escogido, los creyentes en Cristo, a fin de producir una expresión corporativa. Por consiguiente, la iglesia es una perla a los ojos de Dios. Todo el que la hiera o le cause daño sufrirá pérdida e incluso Dios le destruirá a él.
Por último, el resultado de la impartición de Dios es la iglesia, la cual llega a ser la plenitud de Cristo (Ef. 1:23). Recuerden que la plenitud es la expresión. Podemos mostrar esto con el ejemplo del agua en un vaso. Si el vaso no está lleno, el agua no podrá manifestarse. Pero en cuanto el agua se desborda, se hace manifiesta. El hecho de que la iglesia sea la plenitud de Cristo significa que ella es el desbordamiento de Cristo, o sea, la expresión de Cristo. El resultado de ser la expresión de Cristo es que llega a ser la plenitud de Dios, o sea, la expresión de Dios. ¡Alabado sea el Señor! Ésta es la impartición de Dios, la cual es el producto de la economía de Dios. Éstas son dos de las verdades más cruciales halladas en la Biblia.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.