Estudio-vida de Jeremías y Lamentacionespor Witness Lee
ISBN: 978-0-73636366-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Como una mujer que obra pérfidamente al apartarse de su marido, así la casa de Israel obró pérfidamente con Jehová (v. 20). Los hijos de ella lloraron y suplicaron (oraron particularmente) sobre las alturas peladas (lo cual indica despobladas de todo hombre), pues ellos pervirtieron su camino y se olvidaron de Jehová su Dios (v. 21).
Jehová el Marido rogó al llamar: “Volved, oh hijos apóstatas; / os sanaré de vuestras apostasías” (v. 22a).
Finalmente, sus hijos vinieron a Jehová y confesaron que Él, Jehová, es su Dios, y reconocieron que su adoración en tumulto sobre los collados y los montes fue en vano y que su salvación ciertamente estaba en Jehová su Dios; además, se sintieron avergonzados por los pecados de sus padres y por su propio pecar contra Jehová su Dios desde el inicio de su relación con Dios (vs. 22b-25).
Jehová le prometió a Israel que si retornaba a Él, si quitaba sus cosas detestables de Su presencia y no andaba errante, y si juraba: “Vive Jehová, en verdad, en equidad y en justicia”, entonces las naciones se bendecirán en Él y en Él se gloriarán (4:1-2).
La corrección por parte de Jehová, el Marido, es hallada en 4:3-31.
Jehová la amonestó instándole a arar su tierra en barbecho y a no sembrar entre espinos (v. 3); Él también la amonestó instándole que se circuncidara para Jehová y quitase los prepucios de su corazón (v. 4a). Esto indica que al afanarse en adorar ídolos, ellos estaban sembrando entre espinos. Pero el terreno apropiado, en el que debían haber sembrado, permanecía en barbecho, sin ser tocado. Ellos debían sembrar todo en presencia de Dios, con Dios y para Dios. Esto es usar la tierra correctamente. Pero en lugar de ello, ellos adoraron ídolos y sembraron entre espinos. Por tanto, Dios les aconsejó que cesaran de sembrar de ese modo y volvieran a la tierra en barbecho.
En los versículos del 4b al 31 Jehová la pone sobre aviso mediante males (calamidades), ayes y aflicciones. Él les hizo tal clase de advertencia por medio de toda clase de padecimientos.
En el versículo 4b Jehová dijo que Su ira saldrá como fuego y quemará a Israel. Tal fuego traería calamidades.
Jehová le dijo que hará venir el mal y una gran destrucción desde el norte, refiriéndose a Babilonia (v. 6b).
“Un león ha salido de su espesura, / y el destructor de naciones está en marcha. / Ha salido de su lugar para poner tu tierra en desolación; / tus ciudades quedarán en ruinas, / sin habitantes” (v. 7). Aquí el león se refiere a Nabucodonosor, el rey de Babilonia. Nabucodonosor era aquel destructor de naciones, que dejaría las ciudades de Israel en ruinas.
El corazón del rey y el de los príncipes desmayará; los sacerdotes estarán atónitos, y se asombrarán los profetas (v. 9).
En el versículo 10 Jehová dice que la espada llegará hasta el alma.
Un viento abrasador, demasiado fuerte para aventar y para limpiar, vendrá de Jehová (vs. 11-12). Ésta es otra indicación de que Dios enviará toda clase de calamidad para disciplinar al rebelde Israel.
El enemigo subirá como nubes, y sus carros como torbellino; sus caballos son más ligeros que las águilas (v. 13). Ésta es una descripción de la rapidez del ejército babilónico.
Según el versículo 16b, sitiadores vienen de tierra lejana, alzando su voz contra las ciudades de Judá.
En el versículo 19b Jehová les dice que oyen el sonido de la trompeta, sonido de alarma de guerra.
Destrucción sobre destrucción devastará toda la tierra (v. 20). ¡Qué calamidades habrá!
La tierra fructífera se convierte en desierto, y todas sus ciudades son derribadas. Una desolación es toda la tierra (vs. 26-27). Esta desolación es causada por el ejército babilónico.
Israel se convierte en la desamparada. Aunque ella se vista de escarlata, se adorne con atavíos de oro y agrande sus ojos pintándoselos, en vano se embellece. Sus amantes la menosprecian; ellos buscan su vida (v. 30).
El clamor de Israel será como el de mujer que está de parto, y su angustia como de primeriza. Su voz se ahogará jadeando por aire, y ella extenderá sus manos diciendo: “¡Ay de mí, / porque mi alma desmaya ante los asesinos!” (v. 31).
La corrección de Jehová, el Marido, es Su reacción a la maldad de Israel, Su esposa (vs. 4, 17-18, 22). Su disciplina es Su reacción a la pecaminosidad de ella.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.