Comunión en cuanto a la urgente necesidad de los grupos vitalespor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-0268-5
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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La revelación básica del Nuevo Testamento es que nosotros los descendientes de Adán, no importa si somos pecadores o justos, buenos o malos, no somos más que una vieja creación. Si usted es bueno o malo, de todos modos necesita ser regenerado. Aun si nosotros no fuésemos pecadores, igualmente necesitaríamos ser regenerados. Muchos tienen el concepto de que necesitamos ser regenerados porque somos malos. Pero todas las personas, sean buenas o malas, necesitan ser regeneradas.
En Génesis 2 vemos dos árboles: el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal (v. 9). Esto demuestra que el bien no pertenece a la vida. El bien pertenece a Satanás. La intención de Dios no es tener un hombre bueno; Su intención es producir un hombre nuevo a partir del viejo hombre. Por eso es que necesitamos renacer, es decir, ser regenerados con la vida divina. El concepto básico de la revelación neotestamentaria es que necesitamos ser una nueva persona.
Nicodemo era una persona moral y de clase alta, que consideraba a Cristo como un maestro que había venido de parte de Dios (Jn. 3:2). Esto quiere decir que él posiblemente pensó que necesitaba mejores enseñanzas para poder mejorar. Pero el Señor Jesús le respondió: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (v. 3). Nacer de nuevo significa renacer, lo cual es ser regenerado con la vida divina, una vida diferente a la vida humana recibida por medio del nacimiento.
Después de nacer de nuevo, aún tenemos mucho de la vieja creación; así que la Biblia pasa a mostrarnos que después de ser regenerados necesitamos ser renovados (Ef. 4:23; Ro. 12:2; 2 Co. 4:16). En 2 Corintios 3:18 se nos muestra que mientras contemplamos al Señor a cara descubierta, somos transformados a Su imagen. Romanos 8:29 nos dice que necesitamos ser conformados a la imagen del Hijo primogénito de Dios. El es totalmente diferente del hombre natural, de nosotros. Necesitamos ser renovados, transformados y, finalmente, conformados a la imagen de Cristo. Después de ser regenerados, tal vez amemos al Señor y le busquemos. Tal vez seamos muy religiosos, piadosos y aun devotos, pero seguimos en la vieja creación. Todos necesitamos ser regenerados, transformados y conformados a la imagen de Cristo.
Por esto he tratado de calibrar la manera de orar. Nuestra antigua manera de orar no provenía de la nueva creación sino de la vieja creación, y concordaba con la manera vieja y natural. Ahora me gustaría leer algo que Watchman Nee dijo en su comunión acerca del ministerio de oración de la iglesia, y hacer algunos comentarios al respecto. El hermano Nee dijo:
Durante nuestra oración, también debemos estar en guardia contra las oraciones que no son oraciones.
Hermanos y hermanas, debemos ser quebrantados en la oración. Ser quebrantados significa llegar a nuestro fin. Ser quebrantado significa “Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” (Gá. 2:20a).
Quiero recalcar las palabras del hermano Nee acerca de que debemos estar en guardia contra las oraciones que no son oraciones. Podemos orar mucho, pero lo que digamos tal vez no sea una verdadera oración. Es por esto que he calibrado nuestra oración. Podemos llegar a pensar que en tanto que uno ore, está haciendo algo maravilloso. Cuando alguien ora, quizá creamos que al haber orado éste, hizo una verdadera oración. Pero el hermano Nee dice que durante nuestra oración, debemos estar en guardia contra las oraciones que no son oraciones.
A continuación el hermano Nee dice:
Satanás no solamente tratará de quitarnos nuestro tiempo de oración, y despojarnos de la fuerza para orar; él incluso vendrá para hacer que, mientras oramos, digamos muchas cosas incoherentes, confusas, triviales y hablemos vana palabrería. El hará que pidamos en vano y que perdamos el tiempo.
Estas palabras incoherentes, confusas, triviales y vanas pueden salir cuando hacemos oraciones largas. Las oraciones largas están llenas de tales palabras. Satanás usa estas oraciones largas para agotarnos, quitándonos así nuestra energía. Podemos orar por diez minutos, pero estos diez minutos pueden ser una pérdida de tiempo.
El hermano Nee añade:
El tratará de ocupar nuestro tiempo para que nuestra oración sea ineficaz. Muchas oraciones carnales, viejas, largas, terrenales, sin corazón y sin sentido, consumen el tiempo y son un desperdicio.
La palabra terrenales no significa meramente corrientes sino también algo mundano, natural y carnal. Algo terrenal no es espiritual sino carnal; no es santo ni celestial sino mundano. Tales oraciones largas y terrenales consumen el tiempo y son un desperdicio. Debemos darnos cuenta de que muchas veces en nuestras reuniones anteriores, nuestras oraciones eran así.
El hermano Nee luego dice:
Parece que oramos por costumbre. Pero en realidad dentro de estas oraciones hay sugerencias, instigaciones y engaños de Satanás.
El hermano Nee era más estricto que yo. El creía que en estas oraciones largas, hasta había sugerencias, instigaciones y engaños de Satanás.
El dijo:
Si no somos vigilantes, nuestra oración no tendrá sentido ni fruto. Un hermano contó una anécdota que leyó en la biografía de Evan Roberts. Una vez había algunas personas en su casa orando. A la mitad de la oración de un hermano, el hermano Roberts se levantó y le tapó la boca, diciendo: “Hermano, no siga. Usted no está orando”. El hermano que leyó esta anécdota dijo para sí: “¿Cómo pudo atreverse a hacer algo así?”. Pero luego se dio cuenta de que el hermano Roberts tenía razón. Muchas palabras dichas en nuestras oraciones salen de la carne instigadas por Satanás. Es posible que estas oraciones sean largas, pero muchas de ellas no son prácticas y son inútiles. Hermanos y hermanas, esto es un hecho. Muchas veces en nuestra oración, parece que damos vueltas alrededor de la tierra. El tiempo es desperdiciado y la fuerza agotada, pero no se dice nada en la oración acerca de un punto específico. No podemos esperar que Dios conteste esta clase de oración. Esta clase de oración no tiene ningún valor espiritual. Entonces, cuando oramos, tenemos que ser vigilantes y no emplear mucho tiempo ni dar muchas razones.
Cuando oramos, no deberíamos dar muchas explicaciones. En vez de darle al Señor una descripción con muchas detalles, deberíamos simplemente decirle lo que queremos. Hace poco, en una reunión de colaboradores, le dije a los hermanos que su oración había mejorado mucho. Pero a unos pocos colaboradores aún les gustaba darle al Señor muchas explicaciones en su oración. No necesitamos darle explicaciones al Señor para que nos dé poder. Deberíamos simplemente decir: “Señor, danos poder”. Las explicaciones son sólo una decoración para nuestra oración. Decoramos nuestra oración con muchas explicaciones que hacen de nuestra oración un derroche.
El hermano Nee prosigue diciéndonos cómo deberíamos orar:
Más bien, deberíamos decirle a Dios lo que está en nuestro corazón en una forma sincera. Nunca deberíamos rellenar nuestra oración con un montón de palabras vacías.
Esto nos demuestra que necesitamos ser transformados no solamente en nuestra vida diaria sino también en la oración que hacemos en las reuniones. Algunos santos entre nosotros estaban acostumbrados a orar muchas veces en la reunión de oración con oraciones largas. Esto significa que su oración no estaba transformada.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.