Cristo es todas las cosas y los asuntos espiritualespor Watchman Nee
ISBN: 978-0-7363-0698-0
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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El capítulo 11 del evangelio de Juan nos muestra que el Señor Jesús dio vida a una persona muerta y la resucitó. Aunque el Señor puede resucitar al hombre, no dijo: “Yo resucitaré a los muertos”, sino que dijo: “Yo soy la resurrección”, e inmediatamente resucitó a un hombre. Tanto Marta como María estaban allí presentes. Ellas habrían entendido más fácilmente si el Señor les hubiera dicho: “No importa que vuestro hermano esté muerto; Yo puedo resucitarlo”. Nosotros preferimos oír estas palabras, pues nuestro deseo y nuestra esperanza es que Dios haga algo para nosotros. Con mucha frecuencia, oramos y esperamos que Dios nos responda diciéndonos que va a hacer algo en nuestro beneficio, pero el Señor no desea mostrarnos lo que va a hacer, sino lo que El es, pues en esto se basa lo que hace. Marta creía en el poder del Señor, pues le dijo: “Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto” (v. 21), pero no entendía que El es la resurrección y la vida. Nosotros debemos comprender que todo lo que Dios hace está incluido en lo que El es. Si una persona no tiene el poder de Dios, se debe a que no sabe lo que Dios es. “Es necesario que el que se acerca a Dios crea que existe, y que es galardonador de los que con diligencia le buscan” (He. 11:6). Todo el poder que Dios tiene se basa en lo que El es.
En Juan 11:25 el Señor Jesús no dijo que podía preservar la vida de un hombre, sino que El mismo es la vida. Tampoco dijo que tenía el poder de resucitar a los hombres, sino que aseveró que El mismo es la resurrección. Que Dios abra nuestros ojos para que veamos quién es el Señor. Debemos ver que a los ojos de Dios, Cristo lo es todo. Si tenemos este entendimiento, podemos tener un verdadero crecimiento espiritual. Es menester que comprendamos que a los ojos de Dios no hay ningún otro objeto fuera de Cristo. Nuestro crecimiento espiritual depende de si tocamos la realidad espiritual; es decir, ¿conocemos las cosas espirituales que Dios ha realizado o le conocemos a El?
En Juan 11 no se nos da a entender que el Señor Jesús resucitó a Lázaro, sino que El fue la resurrección para Lázaro. Hay una gran diferencia entre estos dos conceptos. El Señor fue la resurrección para Lázaro, y éste volvió a la vida. El Señor Jesús no le dio la resurrección como algo aislado, sino que El mismo vino a ser resurrección para Lázaro. Así que lo que el Señor hace es sencillamente la manifestación de lo que El es, lo cual constituye la realidad. No negamos que el Señor haya resucitado a Lázaro, pero sí afirmamos que éste resucitó debido a que el Señor fue la resurrección para El.
Recordemos que todo lo que Dios hace en Cristo, lo lleva a cabo basándose en este principio. Cuando el Señor es algo para mí, ese algo llega a existir. Primero El “es”, y luego El “tiene”. Muchos creyentes separan a Aquel que les da gracia de la gracia que reciben. Un día descubriremos que el Dador de la gracia es el don mismo que recibimos. El no tiene un cúmulo de regalos; El sólo nos da al Señor Jesús. Todo lo espiritual y todas las dádivas de Dios no son más que el propio Cristo. Dios no nos da nada en cuotas. Un día Dios abrirá nuestros ojos para que veamos que todo está en Cristo. ¡Cuán maravilloso será ver esto!
El Señor, al declarar quién es El, dijo: “Yo soy la resurrección y la vida”. El es la resurrección, y por eso Su tardanza no fue inconveniente para resucitar a Lázaro, pues al hacerlo guiaba a los hombres a conocerlo a El. Lo más notable no fue la resurrección de aquel hombre, sino que conocieran al Señor como resurrección. Muchas personas creen que el Señor Jesús es el Dador de la vida, pero es completamente diferente creer que el Señor mismo es la vida. El no sólo da vida, sino que El mismo es la vida; la vida que da es El mismo. El no sólo tiene el poder de resucitar al hombre, sino que El mismo es la resurrección. Si uno comprende esto, descubrirá que todo lo que se relaciona con Cristo está lleno de vida. Dios simplemente nos dio a Cristo. Esperamos que por lo menos algo de luz nos ilumine y nos haga comprender que el Señor lo es todo y nos lo muestre como tal. El es el Dador de la gracia, pero también es la gracia que otorga. Nuestro Señor dijo: “Yo soy la resurrección y la vida”. Estas dos cosas abarcan toda la Biblia. Es maravilloso conocer la resurrección y la vida. Examinemos lo que es la vida.
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