Cristo es contrario a la religiónpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-1012-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-7363-1012-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
Primero vimos que Cristo es nuestra felicidad; luego, que El es nuestro descanso; posteriormente, dijimos que El nos da la ley y que predice; y finalmente, vimos que El nos imparte vida. ¡Qué rico es todo eso! No obstante, ¿cómo podemos tocar a este Cristo? ¿Cuáles son las llaves para abrir todas estas puertas? El dijo: “He aquí, Yo estoy con vosotros todos los días, hasta la consumación del siglo”; pero ¿cómo podemos disfrutarle? ¿Cómo podemos tener contacto con El? Existen dos llaves: el Espíritu y la Palabra.
Leamos el versículo más precioso del capítulo tres de Juan, el versículo 6: “...lo que es nacido del Espíritu, espíritu es”. Leamos ahora el versículo más precioso del capítulo cuatro, el versículo 24: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y con veracidad es necesario que adoren”. Ambos pasajes mencionan dos espíritus: uno escrito con mayúscula, y el otro con minúscula. Sabemos que el espíritu con mayúscula alude al Espíritu Santo, y que el espíritu con minúscula se refiere a nuestro espíritu humano. ¡Cristo significa tanto para nosotros! El lo es todo, pero debemos entender que El es el Espíritu. El es el Espíritu vivificante. Este Cristo maravilloso que ahora es el Espíritu, está en nuestro espíritu, y ambos espíritus, el divino y el humano, se han mezclado como un solo espíritu. “...Lo que es nacido del Espíritu, espíritu es”. “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y con veracidad es necesario que adoren”. Pero al pasar por los capítulos tres y cuatro de Juan, al llegar a los capítulos cinco y seis, se añade algo más. En el capítulo cinco podemos leer: “El que oye Mi palabra” (v. 24), y “...los muertos oirán la voz del Hijo de Dios...” (v. 25). Por tanto, no tenemos sólo al Espíritu, sino también la Palabra.
En el capítulo cinco no sólo tenemos la Palabra viva, sino también la Palabra escrita. Jesús dijo a los judíos: “Escudriñáis las Escrituras...”, es decir, la Palabra escrita. Pero El también dijo: “Porque si creyerais a Moisés, me creeríais a Mí, porque de Mí escribió él. Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a Mis palabras?” (vs. 46-47). Jesús se estaba refiriendo nuevamente a la Palabra escrita. El les dijo que si no creían a la Palabra escrita de la Biblia, ¿cómo podrían creer en la Palabra viva que salía de Su boca? Por tanto, alabemos al Señor porque tenemos la Palabra escrita. Tenemos al Espíritu y tenemos la Palabra. Entonces, cuando llegamos a Jn. 6:63 vemos que el Señor Jesús une estas dos cosas. El dijo: “El Espíritu es el que da vida ... las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida”. Primero vemos que podemos tocar a Cristo por medio del Espíritu, y luego que podemos establecer contacto con El mediante la Palabra. Finalmente, el Señor Jesús nos revela que ambos, el Espíritu y la Palabra, son uno solo: la Palabra es el Espíritu, y el Espíritu es la Palabra.
Juan 6:63 muestra claramente que la Palabra es el Espíritu. Además, existe otro versículo en la Biblia donde leemos que el Espíritu es la Palabra. Permítanme darles la traducción literal, palabra por palabra, de acuerdo con el texto griego, de Efesios 6:17-18: “Y recibid el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, el cual es la palabra de Dios; con toda oración y petición orando en todo tiempo en el espíritu...” Estos dos versículos revelan tres puntos principales. Primero, muestran que el Espíritu es la Palabra. ¿Se han dado cuenta de que el Espíritu de Dios es la Palabra? La Palabra no es solamente el Espíritu, sino que el Espíritu es también la Palabra. Segundo, ¿cómo podemos tomar esta Palabra? Aquí se nos dice que debemos tomar la Palabra de Dios “con toda oración y petición”. Es decir, por medio de orar-leer. No debemos tomar la Palabra únicamente mediante la lectura, sino tomarla orando con toda oración. Existen toda clase de oraciones. En ocasiones debemos tomar la Palabra orando en silencio; otras veces, haciendo oración en voz alta; y aun en ciertas ocasiones debemos tomarla gritando y clamando al Señor. Algunas veces debemos tomar la Palabra con oraciones cortas, y otras veces con oraciones largas. Debemos orar-leer individualmente, pero a veces debemos hacerlo junto con otros santos; y aun otras, en medio de una congregación numerosa. Existen muchas maneras de orar-leer, pero hay un solo principio: debemos tomar la Palabra de Dios “con toda oración y petición”. Tercero, estos versículos también nos muestran cómo debemos orar: “orando en todo tiempo en el espíritu”. Esto se refiere a orar en nuestro espíritu humano. Para orar la Palabra tenemos que ejercitar nuestro espíritu, que es la parte más profunda de nuestro ser. No sólo analice la Palabra, ni simplemente la escudriñe; antes bien, tómela orando en el espíritu. ¡Aleluya!
¿Cuáles son las dos llaves que tenemos que usar para tener contacto con Cristo? El Espíritu Santo y la Palabra Santa. Tenemos al Espíritu Santo en nuestro espíritu, y tenemos la Palabra Santa, la Biblia, en nuestras manos. No debemos considerar que son dos cosas separadas, sino que son dos aspectos de una misma cosa. Dentro de nosotros está el Espíritu, y fuera de nosotros está la Palabra. Cuando la Palabra entra en nuestro espíritu, se convierte en el Espíritu, y cuando el Espíritu se expresa a través de nuestra boca, se convierte en la Palabra. Como pueden ver, el Espíritu y la Palabra, la Palabra y el Espíritu, son dos aspectos de una misma cosa. El aspecto interno es el Espíritu, y el externo, es la Palabra. Cuando lo externo alcanza nuestro espíritu, se convierte en el Espíritu, y cuando lo interno sale por nuestra boca, llega a ser la Palabra. Estas dos llaves nos permiten tener contacto con Cristo. Ahora Cristo es el Espíritu y El se encuentra en la Palabra. Olvídense de la religión, doctrina, enseñanzas, formas, ritos y reglamentos. Sólo ocúpense de Cristo. Tengan contacto con El, quien es el Espíritu en la Palabra.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.