Servir en el espíritu humanopor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-3844-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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En este mensaje, abordaremos seis puntos cruciales que aparecen en el libro de Efesios, el cual es un libro sobre la iglesia, el Cuerpo de Cristo. Hemos visto que la edificación del Cuerpo de Cristo es el fundamento de todo servicio cristiano genuino, y hemos recalcado nuestra urgente necesidad de ver el Cuerpo. Que el Señor tenga misericordia de nosotros para que podamos ver el Cuerpo a fin de servirle de una manera apropiada.
El Cuerpo de Cristo no es algo insignificante, y el servicio cristiano es algo que ocurre en el Cuerpo. Finalmente, veremos que Cristo y la iglesia, la Cabeza y el Cuerpo, administran todo el universo. Nuestro servicio al Señor se basa sobre este hecho.
Primero, tenemos que ver que el Cuerpo es un asunto absolutamente en el espíritu, en nuestro espíritu humano. En nuestro espíritu regenerado mora el Espíritu Santo, pero el énfasis con el Cuerpo de Cristo hoy es nuestro espíritu humano más que con el Espíritu Santo. Por tanto, en cada capítulo del libro de Efesios se menciona algo acerca de nuestro espíritu humano regenerado. Efesios es un libro acerca del Cuerpo, y cada capítulo tiene un versículo relacionado con el espíritu humano. Necesitamos orar-leer estos versículos una y otra vez.
En Efesios 1:17 Pablo habla de Dios como “el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria”. Este título es diferente a todos los títulos que usó el pueblo judío para con Dios. Pablo no se refirió a Dios como al Dios de los Hebreos, sino como el Dios de nuestro Señor Jesucristo y el Padre de gloria. Tales palabras son profundas y llenas de significado. En la encarnación el Señor Jesucristo, Dios mismo (Fil. 2:6), se hizo un hombre. Como hombre, Él está relacionado con la creación de Dios; por tanto, Dios el creador es Su Dios. Su encarnación introdujo a Dios el creador dentro del hombre, la criatura de Dios. Él es un hombre que tiene al Dios encarnado dentro de Él. Además, puesto que la gloria es Dios expresado, el Padre de gloria significa que Dios es expresado a través de Sus muchos hijos.
Pablo oró para que el Padre de gloria “os dé espíritu de sabiduría y de revelación” (Ef. 1:17). El espíritu aquí es nuestro espíritu regenerado en el cual mora el Espíritu de Dios. Es necesario que vean el Cuerpo, pero nunca podrán ver el Cuerpo si no están en el espíritu. Si no tienen la visión en el espíritu, si no tienen un espíritu de revelación, un espíritu que pueda ver, no podrán ver el Cuerpo. Si sus ojos carecieran del sentido de la vista, no podrían distinguir un color de otro, y no podrían ver el paisaje. El Cuerpo de Cristo es diferente de todos los paisajes que podamos ver, es diferente de todos los colores que podamos ver de forma natural. Es una visión celestial. Por tanto, necesitamos un espíritu de revelación, un espíritu que pueda ver, un espíritu que vea, para poder ver el Cuerpo. No estoy diciendo que necesitamos una mente inteligente para entender. Lo que necesitamos es un espíritu transparente para ver, un espíritu de revelación, un espíritu que vea a fin de ver el Cuerpo. El espíritu de revelación para ver el Cuerpo es el primer punto relacionado con nuestro espíritu en este libro que trata de la iglesia.
Muchos maestros cristianos han escrito muchas exposiciones del libro de Efesios. Sin embargo, no he podido encontrar ninguna que recalque este punto, a saber, que el Cuerpo es algo que está en nuestro espíritu. Aunque ustedes puedan hablar de ciertos paisajes o vistas, si no tienen ojos para ver, ¿cómo podrían verlos? ¡La iglesia es algo muy profundo, muy elevado, muy misterioso, que va más allá, mucho más allá de nuestro entendimiento!
En los siguientes versículos Pablo habla de la supereminente grandeza de Su poder que hizo operar en Cristo resucitándole y sentándole a la diestra de Dios, sometiendo todas las cosas bajo Sus pies y dándole por Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia (Ef. 1:19-22). Necesitan prestar mucha atención a la palabra a en la frase a la iglesia en el versículo 22. Ésta no es una preposición insignificante, sino una de las más importantes de este capítulo. Pablo no dijo “para la iglesia”, sino “a la iglesia”. La iglesia es el Cuerpo de esta Persona (vs. 22-23). ¡Éste es el Cuerpo! El Cuerpo es el Cuerpo de tal Persona quien ha sido entronizado y hecho Cabeza sobre todas las cosas a la iglesia. Este asunto es profundo y misterioso, y no se puede ver con nuestros ojos físicos ni se puede entender con nuestro entendimiento natural. Para ver este asunto misterioso, necesitamos otro órgano; necesitamos un espíritu de revelación. Nuestro espíritu debe ser un espíritu de revelación.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.