Vida cristiana, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-0260-9
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Después de la regeneración, da comienzo la segunda sección de la santificación. Hemos sido regenerados, pero todavía estamos llenos de nuestra peculiaridad natural. Por consiguiente, el Espíritu lleva a cabo la función de santificar a los creyentes después de que sean regenerados (Ro. 6:19, 22; 15:16). Esta santificación incluye una transformación que nos cambia de una manera de ser natural a una espiritual, transformación que es realizada por Cristo como el Espíritu vivificante, al saturar todas las partes internas de nuestro ser con la naturaleza de la santidad de Dios.
Debido a nuestra vejez, todos necesitamos ser renovados. El Espíritu todo-inclusivo nos renueva (Tit. 3:5). Nosotros somos renovados primeramente en nuestro espíritu y después en nuestra alma, la cual incluye nuestra mente, nuestra parte emotiva y nuestra voluntad. Todas las partes internas de nuestro ser tienen que ser renovadas. No debemos pensar, sentir ni decidir conforme a nuestro viejo hombre natural. Nosotros somos cristianos, así que debemos ser renovados en todo. Hasta en la manera de peinarnos es necesario que seamos renovados. En la manera en que arreglamos y mantenemos nuestras habitaciones es necesario que seamos renovados. Al escoger un par de zapatos y al darles brillo a nuestros zapatos es necesario que seamos renovados. Todo lo que tenga que ver con nuestra vida debe llevar una señal de que somos hijos de Dios, debido a que somos renovados. Tenemos que ser renovados en nuestro modo de pensar, en nuestro modo de amar y aborrecer, en nuestras decisiones y en todo.
El Espíritu también tiene la función de transformar a los creyentes (2 Co. 3:18). Necesitamos ser transformados de una forma a otra. Un simple cambio exterior no es transformación. La transformación es un cambio metabólico interior realizado por la adición de un elemento nuevo. Confucio también enseñaba acerca de la renovación, pero esta clase de renovación era exterior y carecía de todo elemento nuevo que se añadiera. Los embalsamadores usan cosméticos para hacer que los rostros de los cadáveres tengan color por fuera, pero esto no es transformación. Cuando recibimos la nutrición de los alimentos orgánicos, esta nutrición lleva a cabo cierta clase de transformación metabólica dentro de nosotros, la cual nos da una apariencia saludable. La transformación es un cambio metabólico.
Espero que todos seamos transformados de una manera metabólica. Debemos ser embellecidos metabólicamente mediante una transformación orgánica. La palabra transformados se usa solamente dos veces en el Nuevo Testamento: en 2 Corintios 3:18 y en Romanos 12:2. En 2 Corintios 3:18 dice que somos transformados de gloria en gloria, como por el Señor Espíritu. El Espíritu con el Señor como elemento cambia metabólicamente nuestro ser para efectuar en nosotros la transformación. Romanos 12:2 nos encarga a que no nos amoldemos a este siglo, sino que seamos transformados por medio de la renovación de nuestra mente. Los animo a que estudien estos versículos maravillosos con la ayuda de las notas de la Versión Recobro del Nuevo Testamento. Si usted lee 2 Corintios 3:18 y Romanos 12:2 con todas las notas, recibirá mucha ayuda. Todos necesitamos experimentar al Espíritu que transforma.
Efesios 1:13 nos muestra que sellar a los creyentes es también una función del Espíritu. El sello requiere de la tinta para sellar. Cuando una hoja de papel es sellada, la tinta satura el papel. Entonces el papel sellado expresa la apariencia o la imagen del sello. Además, el sellar transmite al papel el elemento de la tinta. Luego la tinta para sellar y el papel se mezclan, y así forman una sola entidad.
El sellar del Espíritu es un punto fino de la función del Espíritu todo-inclusivo. Hoy en día el Espíritu Santo está sobre nosotros como un sello y nos está sellando continuamente. Nosotros somos como el papel y absorbemos el elemento del sellar del Espíritu Santo, quien es el sello. Debido a que hemos sido sellados, llevamos una marca que indica que pertenecemos a nuestro Dios, que somos la herencia de Dios. Cuando estampamos nuestro sello en algún libro, tal sello indica que ese libro nos pertenece. Dios puso en nosotros Su Espíritu como sello, dando así a entender que somos Su posesión.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.