Perfeccionamiento de los santos y la edificación de la casa de Dios, Elpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-7391-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
ISBN: 978-0-7363-7391-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
Font Size
Los chinos tienen un proverbio que dice que una sola frase puede hacer que una nación se levante o caiga. Esto nos muestra el efecto tan serio que tienen las palabras. Las palabras pueden salvar la vida de una persona o pueden destruirla. Las palabras también pueden hacer que un país se levante o caiga. De igual manera, la edificación o destrucción de la iglesia depende del ministerio de la palabra. Los hermanos que sirven en el ministerio de la palabra deben comprender la importancia de su responsabilidad. Si ministramos la palabra deficientemente, la iglesia sufrirá pérdida; pero si servimos bien, será beneficiada. Por consiguiente, de nosotros depende si la iglesia sufre pérdida o es beneficiada. Un día todos estaremos ante el tribunal de Cristo para darle cuentas al Señor. El Señor ciertamente nos preguntará en cuanto a este asunto.
Los hermanos que ministran la palabra no deben culpar a los santos ni a la iglesia por no tener una buena condición. En vez de ello, debemos aceptar nuestra culpa y reconocer que los problemas son el resultado de una deficiencia en nuestro ministerio de la palabra. No debemos rehuir nuestra responsabilidad. Tal vez culpemos a la iglesia; pero cuando venga otro obrero que posea un ministerio fuerte en la palabra e imparta el suministro a la iglesia, la condición de la iglesia cambiará. El ministerio de la palabra hará que los santos se levanten. Está mal que una madre golpee y reprenda a sus hijos porque están flacos y se ven enfermizos. La condición de los niños es el resultado de una falta de nutrientes. Una madre puede pensar que ella les da a sus hijos suficientes nutrientes, pero el alimento que ella prepara sabe a medicina. Ella probablemente piense que el alimento es nutritivo, pero a los niños les sabe a medicina amarga. De igual manera, a los hermanos que comparten la palabra les puede parecer que el mensaje que dan es rico, pero los santos no reciben ningún suministro. Tal vez los hermanos culpen a los santos e incluso los reprendan por su falta de comprensión. Sin embargo, los santos no se alimentan porque los hermanos sólo les preparan “medicina amarga”. Por lo tanto, no debemos culpar a los “niños” por estar flacos y enfermizos. En vez de ello, debemos asegurarnos de que el alimento que les damos tenga sabor. Debemos entender que la raíz de los problemas en las iglesias locales tiene que ver con el ministerio de la palabra.
Si la palabra del evangelio es predicada de la manera debida, multitudes de personas se arrepentirán y serán salvas; pero si no se predica debidamente, pocos serán salvos. Así pues, la palabra que es predicada es un factor determinante. Esto se aplica a la palabra que es predicada a los pecadores como también a la palabra predicada a los creyentes. Por consiguiente, debemos prestar atención al ministerio de la palabra.
La palabra a la cual nos referimos es la palabra del ministerio hablada desde el podio, no a las palabras comunes que se hablan en el mundo. Los hermanos que sirven en el ministerio de la palabra deben captar un principio básico: la palabra que ellos ministran debe ser Dios. Juan 1:1 dice: “En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios”. Juan no empezó esta frase diciendo que la Palabra era Dios, sino que primero dijo: “La Palabra estaba con Dios” y después dijo: “La Palabra era Dios”. La palabra hablada debe estar con Dios para que los santos reciban a Dios. Muchas veces cuando escuchamos un mensaje, la palabra que es hablada no es Dios ni tiene la presencia de Dios. Tales palabras son vanas y pueden ser simplemente palabras ociosas.
Las palabras habladas por los hermanos deben hacer que los santos vean a Dios. El Señor Jesús dijo: “El Espíritu es el que da vida [...] las palabras que Yo os he hablado son espíritu y son vida” (6:63). Las palabras liberadas por medio del ministerio de la palabra deben siempre ser las palabras de Dios, y deben ser espíritu y vida. Los apóstoles escribieron las Epístolas conforme a este principio. Por ejemplo, a veces el apóstol Pablo hablaba con sus propias palabras, pero sentía que Dios estaba en sus palabras (1 Co. 7:10, 12, 25, 40). Esto es lo que hace de la Biblia un libro especial y demuestra que la Biblia es la Palabra de Dios. La mayoría de las personas temen hablar acerca de sí mismas, pero mucho de lo que Pablo dijo fue acerca de sí mismo. Pareciera que Pablo en sus epístolas habló más de sí mismo que del Señor Jesús. Él nunca mencionó dónde el Señor Jesús nació, pero nos dio un relato detallado de su crianza. Así pues, mientras la mayoría de las personas hoy en día no se atreven a hablar acerca de sí mismas, Pablo habló de sí mismo, especialmente en los libros de 1 y 2 Corintios. Sin embargo, cuando leemos estas palabras, percibimos a Dios. Pablo incluso dijo que le era necesario —no simplemente conveniente— gloriarse y que él se gloriaba como un necio (2 Co. 12:1; 11:16-17). En estos pasajes Pablo no habló acerca de Dios ni del Señor ni del Espíritu. Sin embargo, cuando leemos dichos pasajes, percibimos a Dios, porque Pablo proclamaba a Dios. Aunque Pablo hablaba acerca de sí mismo, sus palabras transmitían a Dios.
Es posible que nosotros digamos “Dios” o “Señor” en cada frase, pero no tengamos nada de Dios cuando hablamos. Lo que Pablo dijo estaba lleno del elemento de Dios. Por esta razón, cuando leemos sus palabras, tocamos a Dios. Las palabras de Pablo son Dios, el Espíritu y vida. Si queremos que nuestras palabras transmitan a Dios, el Espíritu y la vida, nuestras palabras deben pasar por Dios y estar en Dios.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.