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Mensajes dados a los santos que trabajanpor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-7200-8
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Actualmente disponible en: Capítulo 2 de 8 Sección 4 de 4

LLEGAR A LA PRÁCTICA
DE LAS REUNIONES DE DISTRITOS

El cuarto paso es llegar a la práctica de las reuniones de distritos. Todavía necesitaremos conducir poco a poco a los nuevos creyentes a que pasen de las reuniones de grupo a las reuniones de distritos, a fin de que entren más en la vida de iglesia. El contenido de la reunión es más rico en las reuniones de distritos. Allí tenemos el partimiento del pan para recordar al Señor, el aprendizaje de las verdades, así como también la comunión y el compartir mutuos. Todos tienen más oportunidad de ejercer su función, de hablar por el Señor y de edificarse unos a otros. Asimismo todos podemos tener un disfrute mayor, escuchar mensajes más completos y obtener una edificación más perfecta y más completa. Por esta razón, tenemos que inspirar a quienes estamos ayudando a que hablen por el Señor y proclamen al Señor en las reuniones de distritos. Entonces todos los santos en la reunión podrán ejercer su función de manera orgánica, hablar para impartirse mutuamente el suministro y edificarse individualmente los unos a los otros, y así edificar corporativamente el Cuerpo de Cristo.

Les he presentado este esbozo con la esperanza de que todos podamos ver que los pasos prácticos para la edificación del Cuerpo de Cristo son completamente diferentes de los métodos organizativos que usa la religión. Dichos métodos consisten en reunirse, juntar un capital y contratar a un predicador o a un pastor para que asuma una responsabilidad particular y realice una obra particular. La mayoría de los que se reúnen allí ofrendan para el sostenimiento económico y no participan directamente en esta obra. Sin embargo, entre nosotros no debe ser así. En cuanto traigamos a las personas a la salvación, debemos reunirnos en sus hogares, ayudarlas a que invoquen el nombre del Señor, oren-lean la Palabra y se acerquen más al Señor. A medida que crezcan en vida, ellas espontáneamente hablarán y testificarán por el Señor. Harán esto, no por dinero ni con ánimo de lucro, sino que espontáneamente ejercerán su función orgánica porque interiormente tienen la vida del Señor y al Espíritu del Señor. Si en una iglesia local muchos hermanos y hermanas ejercen su función orgánicamente según la capacidad de la vida que está en ellos, el resultado ciertamente será viviente y orgánico.

Un nuevo creyente que ha sido salvo y bautizado se tardará más o menos un año en pasar de las reuniones de hogar, las reuniones de grupo y las reuniones de distrito, para empezar a ejercer su función en las reuniones de distritos. En ese momento podremos entregarlo al cuidado de la iglesia para que sea edificado en el Cuerpo de Cristo. Entonces él llegará a ser un miembro útil y ayudará a otros de la misma manera. Asimismo podrá cuidar, guiar, perfeccionar y atender las necesidades de otros. Esta manera, la cual es semejante a un maestro que enseña a un aprendiz, producirá muchas personas útiles. La nueva manera que el Señor nos ha mostrado es, sin duda, una manera orgánica. Los que son criados conforme a esta manera espontáneamente son orgánicos. Cuando visitamos a las personas para predicarles el evangelio les damos gratuitamente la gracia que nosotros hemos recibido gratuitamente, en la cual está el poder de vida y la capacidad orgánica. Si continuamos avanzando de esta manera, se producirá una entidad orgánica, que es la iglesia en una localidad. Dicha iglesia será la expresión local del Cuerpo universal de Cristo, y la manera en que ella ejercerá su función en la localidad no será en absoluto organizativa, sino orgánica.

PRACTICAR TODOS LA NUEVA MANERA

Todos amamos al Señor y nos preocupa Su mover. Sabemos que el Señor desea edificar Su Cuerpo y que dicha edificación no se lleva a cabo con unas pocas personas dotadas. Se requiere que todos los que pertenecemos al Señor y que hemos sido motivados por el amor del Señor, llevemos nuestra parte saliendo a visitar a las personas para predicarles el evangelio, perfeccionando a los nuevos creyentes, estableciendo reuniones de grupo, y finalmente llegando a la práctica de las reuniones de distritos. Sólo así podrá ser edificado el Cuerpo de Cristo.

Hoy los pasos prácticos de la nueva manera nos han sido presentados. Esto es ahora nuestra responsabilidad. Mientras haya mil santos en Taipéi que reciban esta palabra, paguen el precio, se esfuercen y estén dispuestos a participar en el mover del Señor y practiquen la nueva manera conforme a la dirección del Señor, la situación de la iglesia mejorará considerablemente. La iglesia experimentará una propagación dinámica, y el Cuerpo de Cristo también será edificado apropiadamente.

A modo de ejemplo, en un lugar donde se reúnen cien personas, esperamos que treinta sean motivadas por el amor del Señor y estén dispuestas a seguir la dirección del Señor y practicar la nueva manera paso por paso. En grupos de tres, de diferente edad y sexo, los santos coordinarán para ir a visitar a las personas a fin de predicarles el evangelio. Al hacer esto cada dos semanas, por dos horas cada vez, ellos podrán conducir a una persona a la salvación en un mes. Esto significa que podrán conducir a doce personas a la salvación en un año, puesto que un año tiene doce meses. Así, treinta santos, divididos en diez grupos, en un año podrán conducir a la salvación a ciento veinte personas, lo cual supera el número original de santos. Ellos entonces podrán ayudar a los nuevos creyentes a que tengan reuniones de hogar, reuniones de grupo y reuniones de distritos. Incluso si calculamos que perderemos dos nuevos creyentes de cada cuatro, al final sesenta de los ciento veinte serán fruto que permanece. De este modo, la tasa de incremento aún será del sesenta por ciento. Además, esta localidad de cien santos podría sostener al menos a dos o tres obreros de tiempo completo. Éstos, al laborar de la misma manera, podrían traer a cincuenta personas. Si sumamos ambas cifras, en un año se añadirían ciento diez personas, lo cual es un número bastante considerable.

En cuanto a las reuniones que se efectúan regularmente durante la semana, podemos disponer lo siguiente. La reunión de distritos se llevará a cabo el día del Señor por la mañana para partir el pan y hacer memoria del Señor, para aprender las verdades, y para tener comunión y compartir juntos. La reunión de oración y de servicios se realizará los martes, a fin de clamar al Señor con respecto a la nueva manera en unanimidad. Luego, podríamos dedicar otras dos noches a fin de ir a visitar a las personas para predicarles el evangelio o para ir a una reunión de hogar o una reunión de grupo con miras a asumir la responsabilidad de cuidar a los santos y perfeccionarlos. Si todos hacemos esto de buen grado, fielmente y laborando arduamente, la iglesia en Taipéi avanzará conforme al camino orgánico. La vida de iglesia en su totalidad será orgánica y no organizativa, y pertenecerá a todos los santos y no sólo a unos cuantos. De este modo, la situación será próspera y bendecida, y los resultados serán ricos y gloriosos.

(Mensaje dado por el hermano Witness Lee en Taipéi el 21 de abril de 1988).


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