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Economía de Dios, Lapor Witness Lee

ISBN: 978-0-87083-536-0
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Actualmente disponible en: Capítulo 6 de 24 Sección 1 de 4

CAPITULO SEIS

LAS PARTES INTERNAS Y
LA PARTE ESCONDIDA

Ahora sigamos adelante para ver los detalles tocantes al vaso del Señor. En el capítulo anterior vimos que fuimos creados para ser Sus recipientes, para tener a Dios mismo como nuestro contenido. Por esta razón Dios nos creó con muchas “partes”. No piensen que el término “partes” lo inventé yo. En Jeremías 31:33, Dios dice: “pondré mi ley en sus partes internas” [Versión King James; la versión Reina-Valera, 1909 traduce así: “daré mi ley en sus entrañas”]. Las entrañas [o las partes internas] están dentro de nuestra alma; no son los miembros exteriores de nuestro cuerpo. Dios también dice que El escribirá Sus leyes en nuestro corazón. Entonces, ¿qué son las entrañas? Y ¿qué es el corazón?

Si comparamos Jeremías 31:33 con la cita en Hebreos 8:10: “Pondré mis leyes en la mente de ellos”, veremos una pequeña pero importante variación. Jeremías dice: “en sus entrañas”, pero Hebreos lo presenta así: “en la mente de ellos”. Esta comparación demuestra que la mente es una parte de las entrañas.

El término “entrañas” se usa en las Escrituras más de una vez. Por ejemplo, Salmos 51:6 dice: “He aquí, tú deseas la verdad en las partes internas” [versión King James; la versión Reina Valera lo traduce: “en lo íntimo”]. Las partes internas deben tener la verdad. En este Salmo, además de las entrañas hay otra parte llamada “la parte escondida” [lo secreto, Reina Valera]: “Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría”. La verdad está en las entrañas, pero la sabiduría está en lo secreto. Necesitamos determinar qué son estas entrañas, y qué es lo secreto.

LAS TRES PARTES DEL HOMBRE:
ESPIRITU, ALMA Y CUERPO

Algunos pasajes a los cuales nos referiremos son muy conocidos. Primera Tesalonicences 5:23 es un versículo que indica que somos tripartitos o de tres partes: el espíritu, el alma y el cuerpo. Podemos ilustrar esto por medio de tres círculos concéntricos:

Hebreos 4:12 también menciona el espíritu y el alma así como la separación de estas dos partes. Si deseamos conocer a Cristo y entrar en El como la buena tierra y como el reposo, debemos discernir el espíritu del alma. El espíritu es el lugar mismo donde Cristo mora en nosotros; así que si deseamos conocer a Cristo de una manera práctica, debemos discernir nuestro espíritu humano de nuestra alma. Este versículo no solamente menciona la diferencia que hay entre el espíritu y el alma, sino también entre las coyunturas y los tuétanos del cuerpo, y entre los pensamientos y las intenciones del corazón. La Palabra viva de Dios es un discriminador de todas estas cosas. Esto prueba que si vamos a conocer al Señor de una manera práctica y real, debemos discernir todas estas partes. ¿Qué son los pensamientos y las intenciones del corazón? y ¿Cuántas partes hay en el corazón?

En Lucas 1:46, 47, de nuevo se menciona la diferencia que existe entre el espíritu y el alma.

Filipenses 1:27 dice que debemos estar firmes en un espíritu, no el Espíritu Santo, sino el espíritu humano, y luchar en una sola alma. De nuevo este versículo muestra que existe diferencia entre el espíritu y el alma.

Finalmente, Marcos 12:30 dice: “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. Aquí hay cuatro partes diferentes: el corazón, el alma, la mente y las fuerzas. Si ponemos todos estos versículos juntos, nos daremos cuenta de que hay diferentes partes dentro de nosotros además de las muchas partes del cuerpo.

Primera Tesalonicences 5:23 indica que somos espíritu, alma y cuerpo, y Salmos 51 revela las entrañas y lo secreto. Las entrañas son las partes del alma, lo cual se comprueba al comparar Hebreos 8:10 con Jeremías 31:33, donde “la mente” se cita como el equivalente de “las entrañas”. Así como las entrañas deben de ser las partes del alma, así mismo lo secreto debe de ser el espíritu. De todas nuestras partes, el espíritu es la parte más escondida en nuestro interior. Esta parte más profunda no solamente está escondida dentro del cuerpo, sino que aun está escondida dentro del alma. Así que, existen las partes externas, que son el cuerpo, las partes internas, las entrañas, que son el alma, y la parte escondida, lo secreto, que es el espíritu.


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