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Cristo todo-inclusivo, Elpor Witness Lee

ISBN: 978-0-87083-626-8
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Actualmente disponible en: Capítulo 7 de 16 Sección 3 de 3

TRANSFORMADOS DE BARRO A PIEDRAS

Mientras seamos sólo unos niños en Cristo que están bebiendo del agua viva, ¿cómo va a ser posible que el edificio del Señor exista entre nosotros? Es imposible. Tenemos que crecer; debemos madurar por medio de experimentar a Cristo. Debemos ser piedras. El Señor es la piedra viva, y nosotros también debemos ser piedras vivas a fin de que seamos materiales para la edificación.

Hablando figuradamente, en Adán somos pedazos de barro; no somos piedras, sino barro. El edificio del Señor se edifica con piedras, pero nosotros somos de barro. ¿Cómo podemos nosotros como pedazos de barro ser material para el edificio del Señor? Es imposible. Debemos ser transformados de barro a piedra. Debemos ser transformados por el Espíritu Santo por medio de experimentar y disfrutar a Cristo prácticamente.

A veces, cuando un hermano se acerca a mí, siento que ese hermano ha sido un poco transformado. Pero, siento decir que en él sólo hay una pequeña cantidad de piedra; la mayor parte de él todavía es de barro. Tal vez usted se haya encontrado con hermanos así. Se puede reconocer en ellos un poco de transformación; se parecen a piedras, pero la mayor parte de su ser todavía está en su estado original. Todavía están en Adán, en el barro. Todavía son muy naturales.

Un día tuve comunión con algunos hermanos. Durante la comunión, un hermano insistió enfáticamente en cierta cosa. Le señalé con el dedo y le dije: “Hermano, en su espíritu hay un pedacito de piedra, pero su cabeza es un pedazo de barro”. La mentalidad de muchos hermanos y hermanas todavía no ha sido renovada, transformada. Su mente es simplemente la del hombre natural, llena de conceptos y pensamientos naturales. Es una cabeza de barro. Por la renovación de la mente somos transformados de pedazos de barro en piedras. Después de ser convertidos en piedras, somos quemados y prensados para que seamos transformados aún más, es decir, de piedras ordinarias en piedras preciosas. En la nueva Jerusalén, no se puede encontrar nada de barro; tampoco se puede encontrar ninguna piedra ordinaria. Todas las piedras son preciosas. La nueva Jerusalén es edificada con piedras preciosas.

LOS MONTES Y LAS COLINAS

Sabemos que las piedras siempre están relacionadas con los montes y las colinas. Si queremos encontrar piedras, necesitamos ir a las montañas. Es difícil encontrar piedras en la llanura. Entonces, ¿qué representan los montes y las colinas? En las Escrituras, los montes y las colinas siempre representan la resurrección y la ascensión. Son algo que se eleva por encima de la tierra, sobre las planicies. ¿Cómo pueden ustedes, que son pedazos de barro, ser transformados en piedras? ¡Sólo en la vida de resurrección! Todas las piedras vivas y espirituales están en la vida de resurrección; son piedras que están unidas a la montaña de la resurrección de Cristo. Si todos vivimos en la vida adámica, en la vida y naturaleza vieja, sencillamente estamos en la llanura. Como no hay montaña entre nosotros, tampoco hay piedras entre nosotros. Pero si vivimos y andamos en la vida de resurrección, disfrutamos la realidad de las montañas y las colinas, e inevitablemente allí se encuentran las piedras.

Quisiera poner un ejemplo. Supongamos que me reúno con algunos hermanos y hermanas. Supongamos que como hermano ando conforme a la vida natural, y que hay otro hermano que siempre vive en la vida natural. Una querida hermana que se reúne con nosotros continuamente anda y vive en sus emociones; a veces está contenta y a veces está muy triste y deprimida. En realidad, todos somos como este grupo; somos muy naturales, andamos y vivimos continuamente en la vida natural. ¿Se podría ver entre nosotros algo así semejante a un monte? ¡Claro que no! Todos somos de barro; todos estamos en la planicie. Si usted buscara una piedra, no encontraría nada más que polvo, tierra y barro. Como no hay ninguna montaña, tampoco hay piedras. Si se quiere piedras, debe ir al terreno montañoso.

Ahora, supongamos que hay otro grupo de creyentes. Conocen algo de la cruz, y saben algo acerca de negar la vida natural. Por lo tanto, hasta cierto punto han experimentado la vida de resurrección. Andan en novedad de vida y sirven en novedad de espíritu; viven en resurrección. Cuando usted se acerca a ellos, siente que hay algo elevado, algo exaltado, algo que está más alto que usted. Se da cuenta de que en ellos y entre ellos hay una colina espiritual, un monte espiritual. No es difícil encontrar muchas piedras, incluso piedras preciosas. Si usted mira a uno de ellos, ve una piedra; si mira a otro, alabado sea el Señor, también ve una piedra. Hay piedras porque hay montes y colinas.

Los montes y colinas son útiles para la edificación de la casa, de la ciudad y del reino de Dios. En las Escrituras hay muchas ciudades que estaban edificadas en colinas y montes. Cuando estuve en Palestina y viajé por esa tierra, noté que casi todas las ciudades estaban edificadas así. Muy pocas ciudades estaban edificadas en valles o planicies. Una ciudad es el centro de una nación, un reino. En el Antiguo Testamento, la ciudad siempre era símbolo de la nación o del reino. Por lo tanto, el pensamiento del Espíritu Santo en tales pasajes es que cuando hay alguna colina o monte espiritual entre los hijos del Señor, automáticamente hay piedras, hay materiales para la edificación de la casa y de la ciudad. Allí se encuentran la autoridad y el reino de Dios. Cuando el Señor resucitó de entre los muertos, nos dijo que toda potestad le había sido dada en el cielo y en la tierra. La autoridad espiritual, la autoridad celestial, siempre está en la resurrección. Si usted y yo vivimos y andamos en la vida de resurrección de Cristo, tendremos la autoridad del cielo.

El concepto que muchas personas tienen acerca de la autoridad de la iglesia está completamente equivocado. La autoridad de la iglesia no tiene nada que ver con la organización. Es absolutamente un asunto de resurrección. Si dos hermanos en la iglesia local están en resurrección en un grado mayor que los demás, a ellos se les encomienda la autoridad divina y celestial. Ellos son la autoridad de la iglesia; son el monte en esa iglesia local. Con ellos se encuentra la resurrección; así que, con ellos también está la autoridad del reino.

Si sólo somos niños en Cristo, es que solamente lo hemos experimentado como agua viva y tal vez como nuestro suministro de alimento. Siempre tenemos nuestros buenos momentos juntos y estamos muy contentos unos con otros, pero somos muy jóvenes. Muchas veces somos felices sólo en lo natural, y muchas veces estamos tristes en nuestra emoción natural. Entre nosotros no hay montes ni piedras. Todos somos una masa de barro. En una situación así, ¿se podría conocer la autoridad de la iglesia? Nunca. La autoridad de la iglesia se encuentra donde los santos saben lo que significa ser crucificado con el Señor Jesús y vivir en resurrección. Si se ríen, lo hacen en resurrección; si lloran, lo hacen en resurrección. Aun cuando se enojan, se enojan en la vida de resurrección. En su diario andar, experimentan la vida de resurrección del Señor. Para ellos no es una mera enseñanza, sino que es un disfrute práctico y diario. Cuando uno se encuentra con ellos, siente que son piedras en la montaña. A éstos se les ha encomendado la autoridad celestial. Son la autoridad de la iglesia. Si aquí los santos son así, entonces la casa de Dios y el reino de Dios también están aquí. Aquí es edificada la casa y establecido el reino de Dios.

Por favor, no piense que porque haya leído esto, ya lo tiene. Se requiere años para obtener lo que hemos descrito. Sólo le doy las direcciones; éste es simplemente el mapa que debe seguir. Tómelo y practíquelo en humildad. No piense que mañana usted será una montaña. ¡No! Ore acerca de todas estas cosas y procure ponerlas en práctica. Después de esto, recibirá el provecho.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

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