Vivir en el que permanecemos mutuamente con el Señor en el espíritu, Unpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-9118-4
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Hoy en día debemos ver que la enseñanza central de los sabios chinos consistía en promover y desarrollar el conocimiento innato del bien y la habilidad innata de hacer el bien. Este conocimiento y habilidad innatos es nuestra conciencia, la cual es parte de nuestro espíritu. No obstante, la Biblia no habla meramente de la función de nuestra conciencia, la cual hace que nos arrepintamos y confesemos nuestros pecados. La Biblia también nos dice que tan pronto nos arrepentimos y creemos en el Señor Jesús, Su sangre redentora nos limpia de nuestros pecados y Su Espíritu entra en nuestro espíritu. El Señor en quien creemos es el Dios que creó el universo; Él es Aquel que es viviente y verdadero. Este Dios que es Espíritu realmente ha entrado en nosotros. Sin embargo, antes de poder entrar en nosotros, Él primero tenía que encarnarse como hombre, ir a la cruz para morir por nosotros y derramar Su sangre para redimirnos de nuestros pecados. Después de efectuar Su obra redentora, es decir, después de Su muerte y resurrección, Él llegó a ser el Espíritu vivificante en resurrección. Este Espíritu es el Salvador en quien creemos. Por consiguiente, nuestro Señor Jesús no solamente es el Salvador y el Redentor, sino que también es el Espíritu vivificante.
Actualmente en el cristianismo este punto es pasado por alto significativamente. El cristianismo actual nos dice cómo el Señor Jesús es Dios, cómo Él se hizo hombre, murió en la cruz, lavó nuestros pecados, llegó a ser nuestro Salvador, ascendió a los cielos y se sentó a la diestra del Padre, y cómo Él ahora está en los cielos como objeto de nuestra adoración. Ellos ignoran casi por completo la otra mitad del ministerio de Jesucristo, el cual consiste en que después que el Señor Jesús murió y resucitó, Él llegó a ser el Espíritu vivificante. En 1 Corintios 15:45 se nos dice que el postrer Adán, el Señor Jesús nuestro Salvador, fue hecho Espíritu vivificante. Este Espíritu también ha entrado a nuestro espíritu. Por consiguiente, 1 Corintios 6:17 dice que hemos llegado a ser un solo espíritu con el Señor. En nosotros realmente existe el hecho de que los dos espíritus están mezclados como un solo espíritu. En 2 Timoteo 1:7 se nos dice: “No nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de cordura”. En 2 Timoteo 4:22 Pablo dice: “El Señor esté con tu espíritu”. Esto implica que el Señor es Espíritu; de otra forma, Él no sería capaz de entrar a nuestro espíritu y estar con nuestro espíritu. Esto comprueba nuevamente que el Señor Espíritu ha llegado a ser un solo espíritu con nuestro espíritu.
La vida cristiana más elevada es la vida en la que los dos espíritus llegan a ser un solo espíritu. Esto supera la ética y la moralidad. Hoy en día usted y yo no meramente tenemos una conciencia, el conocimiento innato del bien y la habilidad innata de hacer el bien, ni la virtud brillante, ni tampoco tenemos sencillamente un espíritu creado. Dentro de nuestro espíritu creado también tenemos el Espíritu de Dios, quien es nuestro Redentor y quien fue hecho Espíritu vivificante. Hoy en día quiero ayudar a todos a poner en práctica vivir por este espíritu mezclado, es decir, a practicar ser un solo espíritu con el Señor. El que usted sea salvo no es meramente un asunto de que sus pecados fueron perdonados, que usted fue lavado por la sangre o que usted fue redimido y regenerado. Además de eso, el Señor como Espíritu ha entrado en su espíritu regenerado y se ha mezclado con su espíritu regenerado para llegar a ser un solo espíritu. Éste es el punto más precioso.
Hay muchos hermanos y hermanas entre nosotros que han sido salvos por décadas. Ellos aman al Señor, y leen la Biblia y oran, pero su experiencia del Señor permanece igual a como era hace cuarenta o cincuenta años. Esto podría compararse con una persona que hoy vive en la era de los aviones jets, pero que todavía utiliza una anticuada carreta de bueyes. El Señor ya nos ha mostrado que Él está con nuestro espíritu y que nuestro espíritu es uno con Él, pero algunas personas hoy en día, pensando que su viejo “buey” no es lo suficientemente fuerte como para arrastrar correctamente, planean adquirir un buey más grande para que arrastre su carreta; mientras todos vuelan en un avión jumbo, ellos buscan un buey más grande. Hoy en día el Espíritu del Señor está en el espíritu de usted. Esto está suficientemente claro, y debemos ponerlo en práctica y ejercitarnos según esto.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.