CAPÍTULO OCHO

EL TESTIMONIO DE JUAN EL BAUTISTA

Lectura bíblica: Mt. 3:1-2, 8-12; Jn. 1:6-7, 19-20, 29-36; 3:25-30

Hemos visto que hay cuatro casos del servicio neotestamentario en el libro de Mateo: el caso en el cual Cristo es concebido y producido, el caso de encontrar a Cristo, el caso de testificar por Cristo y el caso de seguir a Cristo. Todas estas actividades principales relacionadas con Cristo están fuera de la religión. María concibió y produjo a Cristo fuera del judaísmo, y los magos paganos encontraron a Cristo fuera del judaísmo. Además, Juan el Bautista atestiguó y testificó de Cristo fuera del judaísmo; y Pedro, Jacobo y Juan, junto con los otros discípulos, siguieron a Cristo en un camino fuera de la religión.

SER DIFERENTES POR CAUSA DE CRISTO

Ahora es necesario ver algo adicional acerca del testimonio de Juan el Bautista. Hemos visto que él estaba fuera de la religión, y que no estaba atado a nada de la religión ni de la cultura. A él no le importaba la religión ni la cultura, pero esto no quiere decir que estaba luchando en contra de la religión y la cultura. A él no le importaba la religión, puesto que se daba cuenta de que la religión es un sustituto de Cristo, y no le importaba la cultura, puesto que se daba cuenta de que la cultura mantiene ocupado al hombre creado para Cristo. Él estaba fuera de la religión por causa de Cristo, y no tenía nada que ver con la religión, puesto que ésta mantiene a las personas alejadas de Cristo. Él no estaba a favor de la cultura, puesto que la cultura es un enemigo de Cristo. Él no era diferente de la religión y de la cultura simplemente por ser diferente, sino que era diferente por causa de Cristo. No debemos ser diferentes a la religión y la cultura porque no estamos satisfechos con ellas: ¡debemos ser diferentes porque estamos llenos de Cristo!

JUAN TENÍA UN TESTIMONIO POSITIVO

Ahora abordaremos los puntos positivos relacionados con el testimonio de Juan. Todo lo que hemos visto hasta ahora con respecto a Juan ha sido desde el punto de vista negativo. Él nació en una familia sacerdotal y religiosa; sin embargo, a él no le interesaba esa herencia. Desde su nacimiento se crió en medio del centro religioso, el templo, pero no le interesaba ese centro; se crió con una educación religiosa, pero no le interesaba esa educación; además, se crió en cierta cultura humana, pero tampoco le interesaba esa cultura. Hasta este punto, puede parecer que él tenía una actitud negativa hacia todas las cosas. Él tenía una actitud negativa hacia su hogar, su familia, el templo, Jerusalén, la religión judía y la cultura judía. No obstante, Cristo no es una persona negativa; Él es una persona positiva, y nosotros también debemos ser personas positivas, y no negativas.

Desde el punto de vista positivo, se mencionan muchos más puntos relacionados con Juan el Bautista. Hay seis puntos principales relacionados con el testimonio positivo que llevó por Cristo. Por supuesto, debemos entender que tanto la religión como la cultura son sustitutos de Cristo y enemigos de Cristo; por tanto, las abandonamos por Él.

Abandonar la religión y la cultura por causa de Cristo no es lo mismo que abandonar la religión y la cultura sin propósito alguno. Algunos de los jóvenes me han contado acerca de la vida que llevaban cuando llegaron a sentirse insatisfechos con la cultura y la abandonaron. Sus historias me causaron dolor de corazón. Seguramente no debemos ser diferentes de esa manera: esto es ser diferente pero sin tener ningún propósito. Debemos ser diferentes por causa de Cristo. Muchos jóvenes hoy han sido arruinados y corrompidos por ese concepto erróneo. No debemos oponernos a la cultura humana simplemente por oponernos a ella. Al contrario, debemos oponernos a la cultura humana por causa de Cristo porque sabemos que es un sustituto de Cristo. Estos jóvenes han sido creados por Dios para Cristo, y no simplemente para que se opongan a la cultura. No debemos ser diferentes sin propósito; todo debe ser por causa de Cristo.

DEBEMOS ARREPENTIRNOS

El primer punto principal del testimonio positivo que dio Juan acerca de Cristo es que debemos arrepentirnos; todos necesitamos experimentar un cambio en nuestra manera de pensar y en nuestros conceptos. El arrepentimiento no sólo se relaciona con el pecado, sino que consiste también en cambiar nuestra manera de pensar y nuestros conceptos. Necesitamos entender que no sólo las cosas pecaminosas se oponen a Dios, sino que incluso las cosas buenas, las mejores cosas, las cosas más finas, se oponen a Dios. Las cosas pecaminosas se oponen a Dios abiertamente, pero las cosas buenas se oponen a Dios de una manera más sutil. Ya sea que estamos en las cosas pecaminosas o en las cosas buenas, estamos lejos de Dios y en contra de Dios. Todo lo que hagamos, todo lo que somos y todo lo que nos propongamos hacer se opone por completo a Dios.

Según el concepto humano, el arrepentimiento es simplemente un asunto relacionado con la moralidad. Sin embargo, según el concepto celestial, es un asunto completamente relacionado con Dios. ¿Por qué tenemos que arrepentirnos? Debido a que estamos alejados de Dios. Todos estamos alejados de Dios, ya sea que seamos morales o malvados, buenos o malos, refinados o salvajes. Observen la situación de hoy. No sólo los atracadores de bancos están alejados de Dios, incluso muchos de los profesores en las universidades están alejados de Dios: de hecho, incluso pueden oponerse más a Dios. Los atracadores de bancos se oponen a Dios abiertamente, pero los profesores se pueden oponer a Dios de una manera más sutil. Todo lo que el hombre hace en sí mismo se opone a Dios, no importa si es bueno o malo. Incluso si hacemos todo lo posible por ayudar a la sociedad humana, ese esfuerzo también es algo que se opone a Dios. No sólo el hecho de robar a otros va en contra de Dios, sino también incluso la ayuda que les brindamos a los demás puede ir en contra de Dios. Por tanto, ¿qué necesitamos hacer? Debemos arrepentirnos. Tenemos que experimentar un cambio en nuestra manera de pensar y en nuestros conceptos.

No sólo las personas no religiosas deben cambiar su manera de pensar, sino también las personas religiosas necesitan cambiar sus conceptos. Tanto las personas religiosas como las personas no religiosas carecen de Dios, pues todas ellas están apartadas de Dios mismo. Deben arrepentirse, deben cambiar su manera de pensar y sus conceptos. Incluso al predicar el evangelio y al enseñar la Biblia estaremos lejos de Dios si sólo nos interesa nuestra predicación, nuestra enseñanza, nuestro ministerio y nuestra obra, y no nos interesa Dios mismo. En este caso, todas estas cosas llegan a ser una preocupación para nosotros. Puesto que son un sustituto de Dios mismo, realmente son un rival para Dios. Nuestro Dios es un Dios celoso. Incluso las mejores cosas, si ocupan Su lugar, se oponen a Él y se convierten en Su enemigo; por tanto, debemos tener cuidado. Incluso nuestra búsqueda espiritual puede ser un sustituto del Señor si nos importa más nuestra búsqueda espiritual que Cristo. Es posible que nuestra búsqueda espiritual reemplace a Cristo y que amemos nuestra búsqueda espiritual mucho más de lo que amamos a Cristo mismo.

Todo esto nos indica que realmente debemos arrepentirnos. Todos tenemos que experimentar un cambio en nuestros conceptos. Todos necesitamos volvernos de todas las cosas que no son Cristo mismo y regresar a Él. Satanás es sutil. Él usa las mejores cosas para distraernos de Cristo. Él permite que nos involucremos con cualquier cosa mientras que sea un sustituto de Cristo. Satanás se regocija con nuestra búsqueda espiritual con tal de que nuestra búsqueda espiritual ocupe el lugar de Cristo. Él se regocijará de nuestra enseñanza de la Biblia con tal de que nuestra enseñanza ocupe el lugar de Cristo. Ésta es la razón por la cual todos debemos arrepentirnos. Todos debemos volvernos de todo lo que no es Cristo y regresar a Él.