Lecciones básicas acerca del serviciopor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-8284-7
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Gálatas 4:29 dice: “Como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora”. Los hijos que habían nacido según la carne, como Ismael, perseguían a los hijos que habían nacido según el Espíritu, como Isaac. Pablo dice que así sucede ahora también. Las personas que son de la carne siempre persiguen a las que son del Espíritu.
En Romanos 7:18a Pablo dice: “Yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien”. No digamos que hay algo bueno en nuestra carne. Posiblemente pensemos que nuestra carne es buena y mala, pero en realidad la “carne buena” no existe. En nuestra carne no mora el bien.
Romanos 8:7a dice que la mente puesta en la carne es enemistad contra Dios. Esto se debe a que la carne está en enemistad contra Dios. Cuando la mente está puesta en la carne, también viene a ser enemistad contra Dios. Debemos desarrollar más este punto al compartirlo con los santos.
Romanos 8:7b dice que la carne no se sujeta a la ley de Dios.
Romanos 8:7c dice que la carne no puede sujetarse a la ley de Dios. Aunque la carne quisiera sujetarse a la ley, no puede. Romanos 8:7 es el versículo de la Biblia que con los términos más contundentes describe a la carne. La carne está en enemistad contra Dios, la carne no se sujeta a la ley de Dios y la carne no puede sujetarse a la ley de Dios. Sencillamente no puede. Esperar que la carne guarde la ley de Dios es como esperar que un gato vuele. Pablo dice con firmeza que no debemos esperar que nuestra carne guarde la ley de Dios ni se sujete a ella, pues no puede hacerlo.
Romanos 8:8 dice que los que están en la carne no pueden agradar a Dios. Puesto que la carne no puede sujetarse a la ley de Dios, no puede agradar a Dios. A la carne le es imposible agradar a Dios. Se requiere elaborar más en todos estos puntos para poder compartirlos.
En Filipenses 3:3 Pablo dice: “Nosotros somos la circuncisión, los que servimos por el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne”. Las personas religiosas pueden adorar y servir a Dios gloriándose y teniendo confianza en la carne, pero nosotros no debemos ser como ellos. En nuestra adoración y servicio a Dios, no debemos confiar en nuestra carne.
Gálatas 6:8a dice que el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción. Sembrar para nuestra propia carne es sembrar para el bien de nuestra propia carne, teniendo en vista el deseo y el propósito de la carne, para satisfacer la codicia de la carne. Ninguna tarea espiritual debiera llevarse a cabo ejercitando nuestra carne. Si visito a un santo en mi carne, y no en mi espíritu, eso es sembrar para la carne, lo cual produce una cosecha de corrupción. La corrupción surgirá por visitar a los santos o a las iglesias de esta manera. No debemos dedicarnos a atender ningún asunto espiritual ejercitando nuestra carne ni para el bien de nuestra carne. Si hacemos esto, de la carne segaremos corrupción.
Gálatas 5:16 dice: “Andad por el Espíritu, y así jamás satisfaréis los deseos de la carne”. El andar en el espíritu nos guarda de satisfacer los deseos de la carne.
Gálatas 5:24 dice: “Los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias”. La carne únicamente sirve para ser crucificada. Debe permanecer en la cruz. En el servicio de la iglesia, debemos ayudar a los santos a ver que nuestros motivos e intenciones deben ser puros, sin ningún elemento carnal. La ambición proviene de la carne. Ninguna otra labor expone tanto nuestra carne como servir en la iglesia. La obra secular se conforma a la carne, por ello, en tales labores la carne no es puesta en evidencia. Pero el servicio de la iglesia tiene que ver totalmente con el Espíritu. Por tanto, todo lo que hacemos mediante nuestra carne es puesto en evidencia.
Para que el servicio de la iglesia sea adecuado, cada santo no sólo debe conocer al Espíritu, sino también la carne. Si conocemos la carne y no hacemos nada según la carne, entre nosotros no habrá celos, envidias ni ambiciones. Me parece que esta lección acerca de la carne es crucial. Todos los santos necesitan conocer esto. La carne es un “topo” horrible. La mayor parte del tiempo está escondido, pero de repente sale a la superficie. El topo es un buen ejemplo de esto. La carne es un factor que grandemente socava y perjudica la vida de iglesia.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.