Información del libro

Estudio-vida de Jobpor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-6291-7
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 2 de 38 Sección 1 de 2

ESTUDIO-VIDA DE JOB

MENSAJE DOS

LAS TRIBULACIONES DE JOB

(1)

Lectura bíblica: Job 1

En este mensaje sobre las tribulaciones de Job, primero consideraremos la persona misma de Job.

I. JOB, EL HOMBRE

A. Un hombre perfecto y recto,
temeroso de Dios y apartado del mal

Job 1:1 dice: “Hubo en la tierra de Uz un varón llamado Job; aquel varón era perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal”. Ser perfecto guarda relación con el hombre interior, y ser recto guarda relación con el hombre exterior. Además, ser recto significa que uno no es deshonesto ni tendencioso.

Además de ser perfecto internamente y recto externamente, Job, en un sentido positivo, temía a Dios y, en un sentido negativo, se apartaba del mal. Sin embargo, incluso algo tan positivo como temer a Dios en realidad no aporta nada positivo. Dios no creó al hombre meramente para que éste le temiera y no hiciera nada malo. La Biblia nos dice que Dios creó al hombre a Su imagen y semejanza para que éste expresara a Dios (Gn. 1:26). Entre todas las cosas positivas, esto es lo más positivo. Temer a Dios y apartarse del mal no es lo suficientemente adecuado, y en realidad no es algo positivo. Lo más positivo es expresar a Dios. Expresar a Dios es más elevado que temerle y apartarse del mal.

Otra palabra utilizada en relación con Job el hombre es integridad. En Job 2:3 Jehová le dice a Satanás que Job “todavía se aferra a su integridad”. En el versículo 9 la esposa de Job le pregunta: “¿Todavía te aferras a tu integridad?”. En 27:5 Job le dice a sus amigos: “Hasta que muera, no quitaré de mí mi integridad”. Finalmente, en 31:6 Job declara: “Que conozca Dios mi integridad”. Mientras que las palabras perfecto y recto son adjetivos, la palabra integridad es un sustantivo. La integridad es la suma total de ser perfecto y recto; es la suma total de la perfección más la rectitud. Con respecto a Job, la integridad era la expresión total de lo que Job era. En cuanto a su carácter, él era perfecto y recto; en cuanto a su ética, él poseía un nivel muy elevado de integridad.

B. Tiene siete hijos y tres hijas

Según Job 1:2, le nacieron siete hijos y tres hijas.

C. Tiene muchas posesiones y siervos

Job poseía siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas y grandes cantidades de siervos (v. 3a).

D. Más grande que todos los hijos del oriente

Job era más grande que todos los hijos del oriente (v. 3b).

E. Santifica a sus hijos
después de cada banquete celebrado por ellos,
y ofrece holocaustos por ellos

Los hijos de Job solían celebrar banquetes en la casa de cada uno por turno, cada uno en su día, e invitaban a sus hermanas para que comieran y bebieran con ellos (v. 4). Job enviaba por ellos y los santificaba y, levantándose muy de mañana, ofrecía holocaustos por ellos, diciendo: “Tal vez hayan pecado mis hijos y hayan maldecido a Dios en sus corazones” (v. 5). Puesto que celebrar banquetes, esto es, comer en exceso, puede ser una actividad mundana, Job santificaba a sus hijos después de los días de banquete. Job ofrecía holocaustos por sus hijos continuamente. Él ciertamente era un padre piadoso.

II. UN CONCILIO ES CELEBRADO EN LOS CIELOS
CON RESPECTO A JOB

En lo referente a la ética, Job era una persona muy buena. Según los ojos humanos, Job no tenía problema alguno. Incluso Dios podía jactarse delante de Satanás con respecto a cuán bueno era Job (v. 8; 2:3). Únicamente Dios sabía que Job tenía una necesidad, esto es: Job estaba escaso de Dios. Dios estaba amorosamente preocupado por Job, así que celebró un concilio en los cielos para conversar sobre Job.

A. Celebrado por Dios con los ángeles

Este concilio fue celebrado por Dios con los ángeles, los hijos de Dios (1:6a; cfr. 1 R. 22:19-23; Sal. 89:5-7).

B. Satanás también asiste al concilio

No creo que Satanás haya sido invitado a asistir a este concilio. Él vino sin ser invitado; él se invitó a sí mismo. Con frecuencia, Satanás viene sin ser invitado.

En Isaías 14:15 y Ezequiel 28:16-17 Satanás fue condenado e incluso sentenciado por Dios. No obstante, Dios, en Su sabiduría y soberanía, no ejecutó Su juicio contra Satanás. Dios todavía le ha concedido a Satanás un tiempo limitado a fin de que haga ciertas cosas negativas pero necesarias para el cumplimiento de Su economía. Dios no podía pedir, ni habría pedido, a ninguno de Sus muchos ángeles excelentes que realizara lo que era necesario para causar perjuicio a Job. Sin Satanás, no habría quien pudiera realizar el horrible trabajo de causar perjuicio a Job para despojarlo de todo a fin de que pudiera ser lleno de Dios.

Podemos dar como ejemplo ilustrativo el caso de Judas en el Nuevo Testamento. Un día el Señor Jesús dijo: “¿No os he escogido Yo a vosotros los doce? Sin embargo, uno de vosotros es diablo” (Jn. 6:70). ¿Por qué el Señor escogió a Judas como uno de los doce si Él sabía que Judas le traicionaría? (Jn. 13:2, 27). En lo que concierne a cierto aspecto particular de la economía eterna de Dios, Judas era necesario. Sin Judas, ¿cómo habría sido traicionado el Señor Jesús? Y si Él no hubiese sido traicionado, ¿cómo podría haber ido a la cruz? Por tanto, existía la necesidad de un Judas.

La situación es parecida al caso de Satanás en el libro de Job. Existía la necesidad de que alguien causara perjuicio a Job, no con la intención de juzgarlo, sino para despojarlo de todo. Job había estado laborando bajo la bendición de Dios por muchos años y había acumulado muchas cosas. Él poseía siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas y grandes cantidades de siervos. Él tenía a su querida esposa y a sus siete hijos y tres hijas; más aún, Job había tenido gran éxito respecto a ser perfecto y recto y aferrarse a su propia integridad. Sus posesiones, su éxito y sus logros hicieron de él una persona contenta y satisfecha. Aunque Job tenía muchas posesiones y había logrado mucho, él no tenía a Dios mismo dentro de él. Al ver a Job, Dios pudo haber dicho: “Job, ¿qué haré contigo? Estás lleno de posesiones y logros, pero no estás lleno de Mí. Me tienes en nombre, pero no me tienes a Mí mismo dentro de ti”. Por tanto, Satanás era necesario a fin de que Dios aplicara Su trato a Job. Satanás era el único en el universo que podía cumplir, y habría de cumplir, la intención de Dios de despojar a Job de sus posesiones y de sus logros éticos.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top