Living Stream Ministry

LA ACTITUD DEL CRISTIANISMO
HACIA HONOR OAK

Los dos grupos cristianos principales del Occidente son la Convención de Keswick y los evangélicos. Pero en realidad estos dos grupos están interrelacionados, pues uno de los anteriores presidentes de la Convención de Keswick era también el presidente de la Misión al Interior de China. Estos dos grupos son los que guían a los cristianos en el Occidente. En los últimos dos o tres años, estos creyentes se han opuesto firmemente a la comunión del hermano Sparks en Honor Oak. Incluso lo han hecho por medio de publicaciones impresas.

En Hong Kong leí un libro que decía que el hermano Sparks afirma que los creyentes necesitan conocer el Cuerpo y que un creyente que no conozca el Cuerpo no ha entrado en él. Este libro refutaba esta afirmación y preguntaba si era posible que una persona pudiera ser salva sin entrar en el Cuerpo. La influencia de estas afirmaciones en el cristianismo es bastante seria. Luego, el libro concluía que la enseñanza de Honor Oak era herética, porque una persona que es salva posee la vida de Cristo y, por ende, es un miembro de Cristo. También preguntaba si alguien puede afirmar que una persona salva no ha entrado en la iglesia o en el Cuerpo, y concluía diciendo que todo el que enseña esto enseña una herejía. El cristianismo en el Occidente ha llegado al punto de mostrar una absoluta hostilidad hacia el hermano Sparks y Honor Oak, a pesar de lo simpático que él es en su actitud y de lo cuidadoso que es con sus palabras y en su obra.

LA ACTITUD DEL CRISTIANISMO HACIA NOSOTROS

Los hermanos del Lejano Oriente no hemos tomado el tiempo para enterarnos de la situación en el cristianismo. Lo único que sabemos es trabajar, dirigir reuniones, dar mensajes y visitar a la gente. A nosotros no nos importa nada más. Sin embargo, el cristianismo ha tomado la determinación de oponerse a nosotros. Su oposición contra nosotros es aún más severa que su oposición contra Honor Oak. Los creyentes que principalmente se oponen a nosotros son los misioneros de la Misión al Interior de China. Ellos no expresan nada, pero interiormente se oponen a nosotros.

Los misioneros occidentales de la Misión al Interior de China se oponen a nosotros cuando vienen al Lejano Oriente. Después que perdieron su campo misionero en China, empezaron a laborar en las comunidades chinas de las islas cerca de China, desde Japón hasta el Sudeste Asiático. Estos misioneros ya no establecen sus propias iglesias, sino que más bien ayudan a los grupos cristianos que ya existen. Si los bautistas, los presbiterianos o los metodistas los invitan a dar un mensaje o a laborar, ellos están dispuestos a hacerlo. Pero ellos no reciben un salario de ninguno de estos grupos porque son sostenidos por la Misión al Interior de China. Ésta no fue su política ni su meta cuando estuvieron en China. Éste es mi propio análisis, no es una crítica.

Por muchos años nosotros anulamos el terreno del cristianismo como organización en nuestra actitud y en el camino que seguimos, debido a la luz que recibimos. Por consiguiente, los misioneros de la Misión al Interior de China sienten que somos el grupo menos dispuesto a cooperar y el más excluyente. El sentir de ellos es que pueden laborar en cualquier lugar, pero el sentir nuestro es que ellos no pueden laborar con nosotros. Aunque somos diametralmente opuestos en los caminos que seguimos, no es nuestra intención oponernos a ellos. No obstante, ellos encuentran que nuestra actitud es un obstáculo para la meta de su obra en Asia Oriental y en el Lejano Oriente. Es por eso que ellos son los primeros en oponerse a nosotros.

Al presentar la verdad, el corazón y actitud de un creyente deben ser apropiados. Además de esto, sus palabras deben ser apropiadas. Esto es algo muy serio delante de Dios. Cada creyente será juzgado por Dios. Independientemente de si el argumento de un creyente en cuanto a la verdad es correcto o no, su corazón, su actitud y sus palabras deben ser apropiados. No debe criticar a otros de manera frívola ni emitir juicios falsos ni imprecisos. En 1939, después que publicamos mensajes sobre la verdad en cuanto al reino, alguien publicó un libro para oponerse vehementemente a nosotros. El autor del libro nos difamaba y decía que “los que abogan por la necesidad de entrar en el reino dicen que es posible que una persona salva vaya a un ‘infierno oscuro’”. Cuando refutamos las afirmaciones que alguien hace, debemos usar las mismas expresiones que él usa. No debemos crear nuestras propias expresiones. Nosotros nunca usamos expresiones como infierno oscuro ni infierno negro.

El autor del artículo titulado “Mi pequeño testimonio” dijo que había escuchado un mensaje de un señor fulano. Ese “señor fulano” era yo. El autor dijo que el mensaje era acerca de que los creyentes debían permitir que la iglesia local controlara su matrimonio y también dijo que el señor fulano afirmaba que si los santos no eran vencedores, irían al infierno negro. Yo quisiera preguntarles a los santos que escucharon mis mensajes si en algún momento dije que los creyentes debían permitir que la iglesia local controlara su vida matrimonial. Ese artículo no contenía la verdad.

A través de los años en Taiwán hemos sido atacados y perseguidos vehementemente por otros creyentes debido a nuestra actitud y nuestro terreno. No es posible alcanzar un punto común para llegar a acuerdos. Los cristianos en el Lejano Oriente han malinterpretado nuestro corazón y nuestra actitud. A los ojos de ellos nosotros “creamos dificultades” entre los creyentes.