Información del libro

Experiencia que tenemos de Cristo, Lapor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-4619-1
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 3 de 23 Sección 2 de 4

LA EXPERIENCIA QUE TENEMOS DE CRISTO
Y EL DISFRUTE QUE TENEMOS DE ÉL

Al llegar aquí, podemos hacer una distinción entre experimentar a Cristo y disfrutarle. Experimentar a Cristo es algo que tiene que ver principalmente con nuestro espíritu, pero disfrutarle ocurre en nuestra alma. Una cosa es experimentar a Cristo, y otra disfrutarle. Consideren por ejemplo el hecho de comer los alimentos. Una cosa es comer el alimento, y otra cosa es disfrutarlo. A veces los padres obligan a sus hijos a que coman ciertos alimentos. Aunque es posible que los hijos se coman la comida por temor al castigo, no disfrutan el alimento; por el contrario, sufren mientras comen. A veces nosotros experimentamos a Cristo, pero no lo disfrutamos sino que sufrimos. Algunos pueden decir: “Tengo que tomar a Cristo como mi vida y vivir por Él. Tengo que experimentar a Cristo”. Sin embargo, esto no es disfrutar a Cristo. Al igual que los niños que comen la comida sin disfrutarla, muchas veces nosotros experimentamos a Cristo sin disfrutarle; y en lugar de disfrutar a Cristo, sufrimos. Por lo tanto, es posible experimentar a Cristo y no disfrutarle. El problema aquí radica en nuestra alma.

EL TRASFONDO DEL LIBRO DE FILIPENSES

Antes de seguir hablando de este asunto, examinemos el trasfondo del libro de Filipenses. Sin lugar a dudas, los santos de Filipos eran muy buenos creyentes. Ellos eran fervientes por el evangelio, y estaban muy dedicados a los intereses del Señor. En el capítulo 4 vemos que ellos muchas veces se ocuparon de las necesidades del apóstol Pablo. Es muy significativo que proveyeran para las necesidades del siervo del Señor. Si usted verdaderamente no vive a favor de los intereses del Señor, no atenderá las necesidades de Sus siervos. Así que, el hecho de que usted atienda las necesidades del siervo del Señor es una prueba y una señal muy contundentes de que vive a favor de los intereses del Señor. No obstante, pese a que los filipenses eran fervientes por el evangelio, vivían por los intereses del Señor y suplían para las necesidades del apóstol, ellos tenían un problema relacionado con las opiniones. Es por ello que Pablo dijo: “Exhorto a Evodia y exhorto también a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor” (4:2). Evodia y Síntique, dos hermanas que tomaban la iniciativa en algún servicio, no eran uno. En la mayoría de las iglesias las discordias ocurren principalmente entre las hermanas. Si no hubiera tantas opiniones entre los filipenses, el apóstol Pablo no les habría repetido tantas veces que tuvieran el mismo pensamiento o el mismo sentir (2:2; 4:2). Según el griego, Filipenses 2:5 debería traducirse así: “Pensad esto entre vosotros, que estuvo también en Cristo Jesús”. Esto significa que en nuestro modo de pensar debemos ser uno con Cristo. Esto no tiene que ver simplemente con nuestra mente, sino con la función que la mente desempeña, o sea, con el proceso mental. Los santos de Filipos eran buenos, honestos y fieles, pero se aferraban mucho a sus opiniones, por lo cual no disfrutaban debidamente a Cristo. Cuando leemos este libro detenidamente, nos damos cuenta de que ésta era la situación que existía entre ellos.

Hablando con propiedad, Filipenses es un libro que no solamente nos habla acerca de la experiencia que tenemos de Cristo, sino también del disfrute que tenemos de Él. En Filipenses 3:8 Pablo dijo que por amor a Cristo él tenía todas las cosas por basura. Esto no solamente alude a la experiencia, sino también al disfrute. La excelencia del conocimiento de Cristo (v. 8) también hace alusión al disfrute. La excelencia no tiene que ver principalmente con la experiencia sino con el disfrute. En el capitulo 3 Pablo parecía decir: “En el pasado, yo, Saulo de Tarso, disfrutaba mucho el estatus que tenía. Era hebreo de hebreos y un fariseo; pero ahora estimo como pérdida todas las cosas por amor de Cristo”. La basura o comida de perros mencionada en el versículo 8, indica que no hay disfrute. Ningún ser humano puede disfrutar la comida de perros. Por esta razón, el libro de Filipenses no sólo tiene que ver con la experiencia que tenemos de Cristo, sino también con el disfrute que tenemos de Él. El disfrute que tenemos de Cristo siempre tiene un sabor agradable.

Pese a que los filipenses eran buenos, ellos habían perdido su disfrute de Cristo. Tal vez tenían un espíritu apropiado, pero había un problema en su alma. Probablemente estaban en un mismo espíritu, pero definitivamente no eran uno en el alma. Éste es el trasfondo de esta epístola.

Cada epístola del Nuevo Testamento fue escrita con un propósito particular. La razón por la cual fue escrita la Epístola a los Filipenses era que, aunque ellos estaban a favor de los intereses del Señor y cuidaban de Su siervo y estaban en un mismo espíritu, tenían un problema en su alma, pues no tenían el mismo pensamiento. Ellos tenían problemas en su modo de pensar. Por esta razón, Pablo escribió esta epístola para aconsejarles, e incluso suplicarles, que fueran uno en el alma.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top