Nuestro espíritu humanopor Witness Lee
ISBN: 978-0-87083-259-8
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Nuestro espíritu nació al entrar Dios en él como vida. “Lo que es nacido del Espíritu, espíritu es” (Jn. 6:3b). Ahora, la vida divina está en nuestro espíritu. Nuestro espíritu nació porque la vida de Dios entró en él, y este nacimiento no tiene relación alguna con nuestra caída. Aun si Adán nunca hubiera caído, todavía él necesitaría nacer de esta forma. Aún necesitaba que Dios le entrara como vida. De otra manera, no podría expresar a Dios. Necesitamos nacer de nuevo dejando que la vida de Dios nos entre. Esta vida entra en nuestro espíritu, y nuestro espíritu nace. Ahora en nuestro espíritu hay vida, y esta vida es simplemente Dios mismo.
Puesto que tenemos tres vidas, ¿por cuál vida debemos vivir? ¿por la vida biológica? ¿por la vida del alma? ¿o por la vida divina? Estamos acostumbrados a vivir por la vida del alma, pero ahora necesitamos vivir por la vida divina en nuestro espíritu. Si no conocemos nuestro espíritu, no podemos vivir por la vida divina. Todos necesitamos conocer nuestro espíritu.
Esta vida divina ha sido instalada en nuestro espíritu. Si necesitamos prender las luces, vamos al interruptor. Lo que necesitamos hoy es tocar el “interruptor” de nuestro espíritu porque la vida divina está en nuestro espíritu. Nada puede estar más claro o definido que 2 Timoteo 4:22: “El Señor Jesucristo esté con tu espíritu”. No tenemos que ir a otros lugares. Necesitamos venir a nuestro espíritu. Tenemos la costumbre de ir a otros lugares. Aun cuando venimos a la reunión de la iglesia y los hermanos dicen: “¡Aleluya! ¡Amén!” a veces no iríamos al espíritu. Todavía nos mantenemos en la mente. Puede ser que hasta nos preguntemos: “¿Tienen que ser tan gritones y ruidosos los hermanos?” Esto es una prueba fuerte de que tenemos la costumbre de estar fuera del espíritu. Tenemos la costumbre de estar en la mente, pero debemos volvernos al espíritu. Olvídese de cuán gritones y ruidosos son los hermanos. Usted tiene que ejercitar su espíritu. Cuando entre usted en su espíritu, quizás será más ruidoso. El problema es que nosotros los cristianos no nos volveríamos al mismo lugar donde está Dios. ¿Dónde está Dios hoy? “El Señor Jesucristo esté con tu espíritu”.
En Mateo 28:20 hay una gran promesa dada a nosotros. El Señor Jesús promete estar con nosotros hasta el fin, la consumación de esta edad. Esta es una de las grandes promesas en la Biblia. El está con nosotros hasta el fin de esta edad. ¿Dónde está El con nosotros? El está con nuestro espíritu.
Todo lo que necesitamos está en nuestro espíritu. La vida divina en nuestro espíritu es inagotable e inmensurable. Tenemos la vida divina dentro de nosotros, la cual es simplemente Dios mismo en nuestro espíritu. Esta es Dios mismo después de la encarnación, crucifixión, resurrección y ascensión. Hoy este mismo Dios entra en nosotros para estar con nosotros en nuestro espíritu con la encarnación, crucifixión, resurrección y ascensión de Cristo.
Necesitamos volvernos al espíritu. Necesitamos ser fuertes en el espíritu. Necesitamos actuar y caminar en el espíritu porque aquí tenemos a Dios, a Cristo y la vida divina. La vida del alma y la vida biológica son secundarias. Tenemos la vida divina, la cual es Dios mismo. Esta no es Dios antes de la encarnación, sino Dios después de la ascención. El mismo Dios con Su encarnación, crucifixión, resurrección y ascensión está dentro de nosotros como nuestra vida. Todo el día debemos volvernos a este Querido, invocando Su nombre (Ro. 10:12-13). Usted verá las riquezas, verá la dulzura y verá lo refrescante. Verá el poder, y aun la autoridad.
El espíritu humano es el punto estratégico para la vida interior. Todos debemos conocer nuestro espíritu humano. Aquí hemos nacido de nuevo y aquí adoramos a Dios. “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Jn. 4:24), no en el Espíritu Santo, sino en nuestro espíritu humano. En nuestro espíritu humano renacido adoramos a Dios, servimos a Dios, tenemos comunión unos con otros y crecemos en vida. Aun aquí tenemos la vida de la iglesia. Si no está usted en el espíritu, no puede tener la vida de la iglesia. La vida de la iglesia es una vida absolutamente en el espíritu humano. Cuando nos volvemos al espíritu, usted es uno conmigo y yo soy uno con usted. No importa cuánto hablemos de la vida de la iglesia, todavía no estamos en ella a menos que nos volvamos a nuestro espíritu. Cuando nos volvemos a nuestro espíritu humano, estamos en la vida de la iglesia y somos uno.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.