Lecciones de vida, tomo 2por Witness Lee
ISBN: 978-0-87083-294-9
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Para nosotros el Espíritu Santo tiene dos aspectos: el aspecto interior y el aspecto exterior. Por lo tanto, para nosotros existe también los aspectos de ser llenos interior y exteriormente del Espíritu Santo. El Nuevo Testamento usa dos palabras distintas en su lengua original para describir ser llenos interiormente y ser llenos exteriormente del Espíritu Santo. Al hablar de ser llenos interiormente del Espíritu Santo, la Biblia usa la palabra pleróo, y hablar de ser llenos exteriormente del Espíritu Santo, usa la palabra plétho. Primero, veremos el llenar interior del Espíritu Santo.
1) “Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo” (Hch. 13:52).
Este versículo habla del hecho de ser llenos los discípulos del Espíritu Santo interiormente. Este Espíritu que nos llena es para nuestra vida y vivir, ya que es mencionado junto con el gozo de la vida diaria.
1) Para el vivir espiritual a fin de que madure la vida espiritual. Ser llenos interiormente del Espíritu es para nuestro vivir espiritual, a fin de que madure nuestra vida espiritual. Podemos comprobar esto con Hechos 13:52, el cual fue citado previamente, donde el gozo y el Espíritu Santo son mencionados juntos.
Después de haber sido llenos interiormente del Espíritu Santo, estamos llenos por dentro del Espíritu Santo. En la lengua original, “estar lleno de” es pléres, un adjetivo. Ser lleno del Espíritu es un proceso y debería tener lugar una y otra vez, mientras que estar lleno del Espíritu es una condición que resulta del tal proceso y debería ser constante.
1) “Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu y de sabiduría” (Hch. 6:3).
En Pentecostés, la vida comunal de la iglesia hizo necesario que algunos sirvieran las mesas, y así siete hombres llenos del Espíritu y de sabiduría fueron escogidos. El hecho de que el Espíritu Santo y la sabiduría sean mencionados juntos comprueba que aquí el Espíritu Santo es para la vida y el vivir. Servir muchas mesas era algo pesado, lo cual requirió hombres que tenían una vida apropiada y un vivir espiritual. Tenían que ser personas llenas del Espíritu Santo.
2) “Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo” (Hch. 6:5).
Aquí dice que Esteban era un varón lleno de fe y del Espíritu Santo. El no sólo fue lleno del Espíritu Santo de vez en cuando, sino que era un hombre que siempre estaba lleno del Espíritu Santo. Por lo tanto, no sólo tenía una vida abundante y la sabiduría para servir muchas mesas, sino que también tenía una vida vencedora y la fe para mantenerse firme para el Señor hasta la muerte (Hch. 7:59-60).
3) “Pero [Esteban], lleno del Espíritu Santo” (Hch. 7:55).
Esteban mantuvo su condición de estar lleno del Espíritu Santo. Aunque sus perseguidores lo odiaban y crujían sus dientes contra él, estaba lleno del Espíritu Santo. Por lo tanto, fue capaz de ser fiel hasta la muerte, sufriendo el martirio por el Señor.
4) “Porque [Bernabé] era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe” (Hch. 11:24).
Bernabé también estaba lleno del Espíritu Santo, y ésa era la razón por la cual podía ser un varón bueno, lleno de fe.
1) “Correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en El” (Jn. 7:38-39).
Ya que el Espíritu Santo en nosotros es el Espíritu de vida, y puesto que ser llenos interiormente del Espíritu Santo es para la madurez en vida, la manifestación de ser llenos interiormente del Espíritu Santo debe ser una abundante y rebosante expresión de vida que fluye como ríos de agua viva brotando de nuestro interior.
1) “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fidelidad” (Gá. 5:22-23).
El fruto de vida llevado por el Espíritu Santo desde nuestro interior, tal como las diferentes virtudes enumeradas en estos versículos, es también una manifestación de ser llenos nosotros del Espíritu Santo.
1) “El deseo de la carne es contra el Espíritu ... han crucificado la carne” (Gá 5:17-24).
El deseo de nuestra carne es contra el Espíritu. Por lo tanto, para ser llenos del Espíritu Santo, primero debemos reconocer la muerte que hemos sufrido juntamente con Cristo en la cruz y aplicarla a nuestra carne. Solamente cuando damos muerte a la carne, y todo lo que es de la carne en la muerte de Cristo en la cruz, sin permitir que la carne y todo lo que es de la carne tenga lugar en nosotros, podrá el Espíritu Santo ganar terreno en nosotros, poseyéndonos y llenándonos por completo.
Después de que la cruz haya sido aplicada a la carne, necesitamos aún consagrarnos totalmente al Señor para Su uso, a cuyo tiempo el Espíritu del Señor nos poseerá y nos llenará.
Después de haber resuelto el problema de la carne, y de habernos consagrado, nosotros tenemos que creer que:
1) El Espíritu Santo nos llenará. El Espíritu Santo ya vive en nosotros, anhela llenarnos y está esperando que le demos el terreno. Ahora que hemos tratado con nosotros mismos a fondo, dándole todo el terreno a El, seguramente El vendrá y nos llenará.
2) El Espíritu Santo nos ha llenado. Ya que el Espíritu Santo vive en nosotros, y anhela y espera llenarnos, una vez que nosotros nos vaciamos y nos ofrecemos a El, no solamente nos llenará El, sino que ya nos ha llenado. Esto es debido a que una vez que nos vaciamos y nos consagramos, El inmediatamente nos llena. Esto no se basa en el sentimiento sino en la fe. Aun si existe el sentimiento, la fe todavía es primero, seguida después por el sentimiento.
1) “No andamos conforme a la carne, sino conforme al espíritu ... ponen la mente ... en las cosas del Espíritu” (Ro. 8:4-5).
Después que la cruz haya sido aplicada a nosotros, nos hayamos consagrado, y hayamos creído, todavía debemos andar conforme al espíritu y no conforme a la carne, y debemos pensar en las cosas del Espíritu. Así, el Espíritu nos poseerá, y nos llenará internamente.
2) “Andad por el Espíritu” (Gá 5:16, 25).
Si verdaderamente andamos conforme al espíritu, seguramente andaremos por el Espíritu, sin hacer nada por medio de la carne, ni depender de la fuerza de la carne. De esta manera, no solamente podemos ser llenos del Espíritu Santo instantáneamente, sino que también podemos estar llenos del Espíritu Santo constantemente.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.