Información del libro

Cristo como la realidadpor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-3063-3
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea

    Por favor, utilice Firefox o Safari
Actualmente disponible en: Capítulo 8 de 51 Sección 3 de 3

UN HOMBRE EN EL TRONO

Leamos Ezequiel 1:26: “Sobre la bóveda que estaba sobre sus cabezas se veía la figura de un trono que parecía de piedra de zafiro, y sobre la figura del trono había una semejanza, como de hombre sentado en él”. Ezequiel vio la visión de un trono en el firmamento claro, y sobre el trono había uno sentado que tenía la semejanza del hijo de hombre. Nosotros diríamos que Dios debería estar sentado en el trono, pero ¡Ezequiel vio a un hombre! En este libro, el Señor llamó a Ezequiel hijo de hombre noventa y tres veces. El pensamiento completo de este libro en cuanto a la visión divina de Dios, está totalmente enfocado en el hombre. Dios necesita un hombre. Nuestro concepto es que en el trono de todo el universo está Dios, pero aquí este versículo nos dice que el que está sentado en el trono es un hombre.

Hablando en términos humanos, es fácil para Dios establecer un reino por Sí mismo; pero para Satanás eso sería menospreciable. Podemos ver el menosprecio de Satanás en el libro de Job. Satanás le dijo a Dios que Job le temía simplemente porque lo bendecía, pero cuando Dios le quitara todas las bendiciones, Job no le temería. Satanás pensaba que Dios había comprado a Job con las bendiciones que le había dado. Pero ¡qué gloria para Dios porque Job seguía temiéndole cuando le quitó todas las bendiciones! Satanás fue verdaderamente avergonzado. Cuando Dios despojó a Job de tantas cosas buenas, él seguía amando a Dios. No lo amaba por las bendiciones recibidas, sino por Dios mismo.

Dios nunca establecería un reino por Sí mismo; Él sabe lo que Satanás diría si lo hiciese. Por lo tanto, Dios creó al hombre y dejó a este hombre en un huerto sin valla. Dios hizo esto a propósito, de modo que Satanás pudiera usar cualquier medio de su elección para que intentara frustrar el plan de Dios. Y después que Satanás dañó al hombre, la sabiduría de Dios se manifestó aún más. Dios había creado a un hombre bueno y perfecto, pero éste fue dañado por Satanás, quien le hizo rebelde y pecador. Sin embargo, Dios planeaba regenerar al hombre y así haría un nuevo hombre. De toda la destrucción causada por Satanás, Dios edificaría algo nuevo. ¡Alabado sea el Señor que Dios lo hizo!

UNA NUEVA HUMANIDAD

Antes de ser salvos éramos solamente un esbozo de la destrucción. Pero aun cuando estábamos en tal destrucción, Dios nos regeneró y llegamos a ser una nueva humanidad. Esto es una gloria para Dios y una vergüenza para Satanás. Mientras la iglesia tenga la humanidad apropiada, Dios puede decirle a Satanás: “Aun en Los Ángeles, la capital cinematográfica del mundo, he edificado una humanidad en contra tuya. No lo he hecho ni con ángeles ni por Mí mismo, sino con los seres humanos que tú dañaste. He edificado una nueva humanidad”. ¡Qué gloria para Dios es poder decirle a Satanás esto! Aun Satanás se dará cuenta de que cuanto más dañe al hombre, más gloria obtendrá Dios.

Mi carga es que el velo sea quitado, a fin de que podamos conocer el propósito final de Dios. Él no se propone meramente que todos podamos ir al cielo; Su máximo propósito consiste en edificar un reino en la tierra con Su humanidad. No piensen que yo era una buena persona antes de ser salvo, pues ciertamente no lo era. Sin embargo, estoy aquí ministrándoles algo de Cristo a todos ustedes. Esto es una gloria para el Señor y una vergüenza para Satanás. Todo lo que Satanás puede decir es que este hombre insignificante que él había dañado, ahora está ministrando a Cristo.

Este mismo principio se aplica a todos nosotros. Algunos de los jóvenes que conforman la iglesia anteriormente eran “hippies”. Sólo el Señor sabe qué clase de vida llevaban. El hecho de que todos estos “ex-hippies” tomen la humanidad del Señor para tener una vida humana apropiada, es la mayor vergüenza para Satanás. Satanás tendrá que decir: “Cinco años atrás dañé muchísimo a estos jóvenes, pero hoy en día tienen una humanidad tan apropiada. No tengo base alguna para quedarme en Los Ángeles”. Éste es el reino de Dios.


Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.

Back to Top