Reuniones en casa, Las: Manera única para tener el aumento y la edificación de la iglesia, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-87083-235-2
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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En el último mensaje vimos que la manera de equiparnos para las reuniones en casa es ser llenados en espíritu y ser fortalecidos en el hombre interior. En este mensaje consideraremos dos aspectos más de la forma de equiparnos: el experimentar las inescrutables riquezas de Cristo y el predicar a Cristo como las buenas nuevas. Sin duda necesitamos el fortalecimiento. Necesitamos el llenar. Sin embargo si tenemos sólo el llenar y el fortalecimiento, todavía no estaríamos ricos para las reuniones en casa. Ser llenados es una cosa y ser fortalecidos es otra. Pero estas dos no podrían ser nuestras riquezas. Nuestras riquezas son simplemente Cristo mismo. Así que, para ser ricos en las reuniones en casa, para tener algo que ministrar a otros, necesitamos la experiencia de las inescrutables riquezas de Cristo.
Efesios es un libro profundo. En el capítulo tres Pablo primero habla de las inescrutables riquezas de Cristo (v. 8). Pasa luego a orar para que seamos capaces de comprender o captar con todos los santos las dimensiones de Cristo (v. 18). Esto es conocer la anchura, la longitud, la altura y la profundidad del universo. Estas cuatro dimensiones son una ilustración de lo ilimitado de Cristo. ¿Cuál es la altura del universo? ¿Cuán alta es la altura? Nadie la puede medir. ¿Cuán largo es el universo? ¿Pueden ustedes medir la longitud? ¿Cuán amplia es la anchura y cuán profunda es la profundidad? Nadie puede medir esto. Pablo usa estas dimensiones para hablar de lo ilimitado de Cristo. Cristo no es solamente rico en lo que El es, El también es inmensurable en Sus dimensiones. Esto es maravilloso. Cada vez que llego a tal punto, estoy tembloroso de que tal vez no dé en el blanco debido a la deficiencia del idioma humano, la falta de la expresión adecuada para decir a otros cuales son las riquezas de Cristo. Por la misericordia del Señor empecé a ver esto hace más de cuarenta años. Pero cada vez que yo hablaba de las inescrutables riquezas de Cristo, lamentaba que me faltaba mucho en la expresión humana. Al hablar yo no detallaba adecuadamente todas las riquezas de Cristo.
Nuestro himnario incluye más de ochocientas piezas reunidas de más de diez mil piezas de diferentes fuentes. Después de reunir estos mejores cánticos cristianos, nos pareció que había una escasez de himnos sobre las cosas que el Señor nos ha mostrado en este medio siglo y sobre las cosas que hemos experimentado. El himno 542 (en el himnario inglés) fue escrito cuando estábamos preparando el himnario. El coro dice:
¡Oh las riquezas, Oh las riquezas,
Que Cristo mi Salvador tiene para mí!
¡Cuán inescrutable es su medida
Pero son mi plena realidad!
Al escribir la segunda estrofa traté de detallar algunas de las riquezas: “vida y luz, sabiduría, poder, curación, consolación, tesoros ricos del regocijo de Dios”. Luego la tercera estrofa dice:
La redención de Dios, la plena salvación,
Y Su poder de resurrección,
Santificando, glorificando,
¡Trascendiendo todo cada hora!
La cuarta estrofa dice:
¡Oh las riquezas de mi Salvador
Nada menos que Dios como todo!
Es fácil decir: “Nada menos que Dios como todo”, pero, ¿qué es el “todo”? La cuarta estrofa continúa:
Toda Su persona y posesiones,
Ahora mi espíritu cautivan.
Todavía, no se detallan muchas de las riquezas. Las estrofas 5 y 6 continúan:
¡Oh las riquezas sin medida!
La anchura y longitud,
La profundidad y altura,
Ellas son mi gozo y poder.
Que conozca yo estas riquezas,
Y experimentar a Cristo en plenitud.
Todavía no están adecuadamente detalladas las riquezas de Cristo.
En los bosquejos del entrenamiento sobre La Conclusión del Nuevo Testamento hay una sección sobre los atributos de Cristo en la cual conté veintidós detalles en conjunto. Pero no es demasiado decir que debe haber dos mil detalles.
Yo quisiera impresionarles a ustedes que Pablo en Efesios 3:8 dice que las “inescrutables riquezas de Cristo” le han sido mostradas a él. Este versículo empieza con la frase “a mí”. Cuando yo era joven y lo leía, decía: “Yo no soy ese ‘mí’. Ese es Pablo. El es demasiado grande. ‘A él’ está bien pero no ‘a mí’”. Pero Pablo dice “a mí”. Este “mí” es “menos que el más pequeño de todos los santos”. El era “el más pequeño”, no obstante esta gracia le fue dado para predicar las inescrutables riquezas de Cristo como el evangelio.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.