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JUAN 14:26

En Juan 14:26 vemos al Padre que envía al Consolador, el Espíritu Santo, en el nombre del Hijo. Ahora nos debemos preguntar qué o quién está en el nombre del Hijo. ¿Este modificador, en el nombre del Hijo, modifica el acto de enviar que hace el Padre o al Enviado del Padre? Modifica al que envía no al enviado. El Padre envía al Espíritu en el nombre del Hijo. El que envía es el Padre, pero el Padre envía en el nombre del Hijo. Esto hace que el que envía, el Padre, sea uno con el Hijo. Así que, el Padre como el Hijo envía al Espíritu. Juan 14:26 hace al Padre y al Hijo uno al enviar el Espíritu. El Hijo es el Padre porque el Padre está en el nombre del Hijo.

JUAN 15:26

Juan 15:26 revela al Hijo que envía “de con” el Padre al Espíritu de realidad que procede “de con” el Padre. La preposición griega para, traducida “del” en la Versión Recobro, literalmente significa de con. El Hijo envió el Espíritu del Padre y con el Padre. Esto es, el Hijo envió a ambos al Padre y al Espíritu. Cuando el Espíritu fue enviado, el Padre también fue enviado, porque el Espíritu fue enviado con el Padre.

Juan 14:26 dice que el Padre es el que envía, mientras que el 15:26 dice que el Hijo es el que envía. Cuando comparamos estos dos versículos, vemos el misterio del Dios Triuno. Conforme a la teología bíblica apropiada, los Tres de la Trinidad Divina son distintos, pero no separados. Mientras el Hijo ora al Padre, Él también declara que el Padre está en Él y que Él está en el Padre (14:10). Los Tres de la Deidad son coinherentes. Ser coinherentes significa que moran el uno dentro del otro. En la Deidad, los tres son coinherentes, esto es, Ellos moran el uno dentro del otro. Son tres, pero siguen siendo uno. Esto es un misterio.

En el Antiguo Testamento, tanto en Éxodo como en Zacarías tenemos al tipo del candelero. Hay un candelero con siete lámparas. Tiene una sola base, mientras que las lámparas son siete, Aunque es un solo candelero tiene siete lámparas. Aunque nuestro Dios Triuno es un solo Dios, Él es tres en Su Deidad. El Padre, el Hijo y el Espíritu son distintos, pero Ellos nunca están separados. En la Deidad sólo hay distinción, no hay separación. Los Tres de la Deidad no están separados porque Ellos moran uno dentro del otro. Ellos no pueden estar separados, pero Ellos son distintos porque Ellos son el Padre, el Hijo y el Espíritu. Nuestro Dios es tres-uno. Necesitamos tener una revelación de nuestro misterioso Dios Triuno en Su trinidad divina.

JUAN 16:13-15

Juan 16:13-15 revela la transmisión divina de la Trinidad Divina a los creyentes. Esta transmisión es como la transmisión de la corriente eléctrica. Cuando encendemos la electricidad, tenemos la corriente eléctrica, un mover de la electricidad, y este mover es la transmisión. Primero, todo lo que el Padre tiene es del Hijo (v. 15). Esto significa que lo que tiene el Padre es transmitido al Hijo. Segundo, todo lo que tiene el Hijo es recibido por el Espíritu (v. 14b). Éste es un paso adicional de esta transmisión. El Padre transmite al Hijo, y luego hay una transmisión del Hijo al Espíritu. Tercero, todo lo que el Espíritu ha recibido del Hijo es revelado a los creyentes (vs. 13, 15b). Finalmente, todo lo que es y tiene la Trinidad Divina, es nuestro.

La estrofa 3 de Himnos, #215 habla de esta transmisión. Ésta nos dice:

El Padre Su todo te dio,
En Espíritu te tomamos,
Por el Espíritu en mí,
Yo te experimento así.

Esta estrofa nos dice que todo lo que tiene el Padre es del Hijo, todo lo que el Hijo tiene ha sido recibido por el Espíritu, y entonces, el Espíritu nos revela todo lo que ha recibido del Hijo. Esta transmisión es del Padre al Hijo, del Hijo al Espíritu, y del Espíritu a nosotros. Éste es el mover de la Trinidad Divina.