Núcleo de la Biblia, Elpor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-4442-5
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Con estos ejemplos simplemente deseo mostrarles nuestra necesidad de abandonar las ordenanzas. Si algunos santos desean hablar en lenguas, denles la libertad de hacerlo. Aunque tal vez no nos guste, no debemos impedírselo. Si algunos santos reciben un beneficio cuando invocan el nombre del Señor, no debemos criticarlos. No tenemos ordenanzas en cuanto a esto. Si aún conservamos ordenanzas, no podremos tener el nuevo hombre. Si queremos tener el nuevo hombre debemos dar muerte a todas las ordenanzas. No se trata de tener reuniones ruidosas ni de tener reuniones silenciosas; se trata de reunirnos según Cristo. No debemos tener preferencias. Cuando tengo hambre, no tengo preferencias, simplemente deseo comer. Un día los discípulos del Señor tenían hambre y quebrantaron el Sábado comiendo espigas. Hoy en día los santos deben tener la misma libertad. No debemos guardar regulaciones. Debido a que en la Asamblea de los Hermanos guardan ciertas regulaciones, arruinan la atmósfera de sus reuniones. Pero nosotros, en el recobro del Señor, nunca debemos establecer regulaciones en la vida de iglesia. En vez de ello, debemos reunirnos como el Espíritu nos guíe. No tengan regulaciones; más bien, tengan al Espíritu viviente. Debemos proceder y actuar, como Él nos guíe. Sin embargo, esto requiere nuestra cooperación.
A lo largo de los años, santos de diferentes grupos y denominaciones han asistido a nuestras reuniones y han intentado convencernos de que sigamos su camino. Les hemos dicho que no podíamos seguir el camino que ellos habían tomado; de hacerlo seríamos sectarios, así como ellos. Aunque no les pedíamos que cambiaran, les decíamos que no esperaran que siguiéramos su camino y que tampoco esperábamos que ellos siguieran nuestro camino. Tal vez ustedes en lo profundo de su ser, sientan que no les gusta la manera en que nos reunimos. Pero ¿quiénes son ustedes para criticar? ¿Son ustedes el Señor? ¿Están ciento por ciento seguros de que tienen la razón? Ninguno de nosotros puede estar tan seguro de ello. Por consiguiente, debemos aprender a dejar que otros tengan su libertad. Los que nos critican tienen una mentalidad estrecha. En el pasado muchos han tratado de convencernos de que adoptemos la práctica de hablar en lenguas. Les hemos respondido: “Si a ustedes les gusta hablar en lenguas, siéntanse en la libertad de hacerlo en la reunión. No se lo vamos a impedir. Pero tampoco permitiremos que nos convenzan de tener una reunión centrada en las lenguas. Si hiciéramos esto, perderíamos la postura de ser generales”. Es posible que otros disfruten el orar-leer y el invocar el nombre del Señor. ¿Quién es usted para criticar esto, o para decir que únicamente lo que usted practica es lo correcto? Eso no sería justo ni razonable. Si a usted no le agrada la práctica de orar-leer y de invocar el nombre del Señor en las reuniones, no lo haga. Pero no critique a otros por hacerlo. ¿Nunca ha leído Romanos 14? Romanos 14:2 y 3 dice muy claramente: “Uno cree que puede comer de todo, pero el que es débil, sólo come legumbres. El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido”. Si no abandonamos las ordenanzas, será imposible que exista el nuevo hombre. En lugar de ello, seremos una secta.
Algunos de los que leen este mensaje probablemente ya hayan sido envenenados por los rumores de que tenemos una mentalidad muy estrecha y que nos gusta convencer a los demás para que sean como nosotros. Esto es absolutamente una mentira. No tenemos la intención de convencer a otros. Lo único que esperamos es que los demás cristianos nos den libertad, así como nosotros también les damos libertad. Sin duda alguna, esta actitud es razonable. Si a usted no le gusta hablar en lenguas, no hable en lenguas. Pero si yo quiero hacerlo, por favor, denme la libertad de hacerlo. Hablar en leguas podría brindarme algún beneficio; ¿qué tiene eso de malo? Tal vez usted no esté de acuerdo con la práctica de invocar el nombre del Señor. Pero ¿por qué debe usted criticarnos por invocar Su nombre? Nosotros nos sentimos muy nutridos cuando lo invocamos. Así que no hay ninguna razón para rechazar esto. Considere la lamentable situación actual. ¿Dónde vemos el nuevo hombre? En vez del nuevo hombre, vemos ordenanzas en todo lugar. Algunos de nuestros hermanos asistieron a ciertas reuniones y al principio les ordenaron que no dijeran ni una sola palabra. Les dijeron que si decían algo, serían disciplinados y los echarían de la reunión. ¡Cuán sectario es este espíritu! Esto es una dictadura. ¿Cómo puede alguien con esta actitud experimentar el nuevo hombre? A lo largo de los años, miles de personas han visitado nuestras reuniones. No le hemos impedido a nadie hablar; nuestras reuniones son abiertas. Si usted quiere decir algo, tiene la libertad de hacerlo. Si yo asistiera a su reunión, ¿tendría usted esta misma actitud? Si yo empezara a compartir algo, ¿me detendría?
Los que condenan a otros por tener una mentalidad estrecha son precisamente los que tienen una mentalidad estrecha. El hermano Nee una vez nos dijo que únicamente los ladrones temen que otros los roben. Si usted no roba a otros, no va a temer que otros lo roben. Si yo temo que el hermano que está a mi lado me vaya a robar la billetera, ciertamente yo mismo debo ser un ladrón. De igual manera, los que nos acusan de tener una mentalidad estrecha, son quienes tienen una mentalidad estrecha. Observen la situación de sus reuniones para determinar si realmente son abiertas.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.