Evangelio de Dios, Elpor Watchman Nee
ISBN: 978-1-57593-940-7
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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En este mensaje continuaremos viendo los versículos que parecen presentar un argumento en contra de que la salvación es eterna.
En 2 Corintios 2:6-7 se dice: “Le basta a tal persona este castigo infligido por la mayoría; así que, al contrario, vosotros más bien debéis perdonarle y consolarle, para que no sea consumido de excesiva tristeza”. En algunas traducciones, en vez de las palabras “sea consumido” se usa la palabra “perezca”. Un hermano en Corinto había recibido un castigo por parte de la mayoría debido a su pecado. Pablo estaba preocupado de que los hermanos y las hermanas lo hubieran tratado con demasiada severidad. El les pidió que lo perdonaran y lo animaran, a fin de que no “pereciera” de tanta tristeza. Tal vez algunos argumenten que si la tristeza excesiva puede causar que alguien perezca, ¿no es esto un indicio de que incluso un creyente puede perecer?
Debemos comprender que este hermano es el mismo que se menciona en 1 Corintios 5. Este cometió un pecado muy vil, el pecado de la fornicación incestuosa. Pablo dijo que tal hermano necesitaba ser quitado de en medio de ellos (vs. 2, 13). Los santos de Corinto obedecieron la palabra de Pablo y lo quitaron. El hermano, después de ser quitado, se dio cuenta de que era pecador, y se llenó de tristeza y agonía por su pecado. Pablo les dijo a los santos, en su segunda epístola, que ellos tenían que consolarlo y animarlo, para que no fuera consumido de excesiva tristeza. Si somos descuidados, podemos pensar que aquí “perecer” significa ir al infierno. Pero Pablo en 1 Corintios 5:5 dice: “el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que su espíritu sea salvo en el día del Señor”. Basados en esta palabra podemos decir con toda confianza que tal persona era salva. Lo que se menciona en 2 Corintios 2:7 ciertamente no se trata de que el espíritu perezca.
En segundo lugar, la palabra traducida “sea consumido” no se usa de manera común. Es una palabra especial del idioma griego. La palabra katapino denota algo que está siendo consumido, como un barco hundiéndose en el mar y siendo tragado por él. Después de que tal hermano pecó y fue excomulgado, se arrepintió. El pensaba que había sido excomulgado y rechazado por completo y que había perdido toda esperanza. Por consiguiente, continuaba en su tristeza y agonía. El pensamiento de Pablo fue de que si la iglesia no lo perdonara y lo consolara inmediatamente, tal hermano sería consumido por la tristeza. Esto no tiene nada que ver con la salvación ni con la perdición del alma.
Veamos otro pasaje. En 2 Pedro 3:16 dice: “En todas sus cartas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia destrucción”. Algunos argumentarían, después de leer este pasaje, que Pedro nos dice con esto que las cartas de Pablo era difíciles de entender, y que algunos que son indoctos e inconstantes, es decir, ignorantes e inestables, causan su propia destrucción al torcer el contenido de las cartas. Si ellos pueden ser destruidos, ¿no indica esto que perecerán? ¿Perecerá una persona salva? Veremos que en este caso Pedro no habla nada de la perdición eterna.
Según la Biblia, perecer o no perecer no depende de la manera en que uno interpreta la Escritura. Hoy en día, en China, he visto un número de buenos cristianos que aman al Señor y laboran en la obra del evangelio. Sin embargo, no comprenden realmente las cartas de Pablo. Cuando predican, hacen algo más que torcer la palabra de las Escrituras. ¿Van a perecer estos cristianos? ¿Puede una exposición equivocada de las Escrituras ser un factor de perdición? La Biblia no requiere una explicación fundamental de sí misma como condición para ser salvo. Por tanto, lo dicho por Pedro aquí debe significar otra cosa.
En segundo lugar, la palabra apoleia en el griego no se refiere a una clase de destrucción ordinaria. Es una palabra diferente de la que se usa en 2 Corintios 2:7. También es diferente de la palabra comúnmente traducida “perdición”. En el griego, esta palabra, apollyon, significa destruir o ser corrupto. Si algo le es quitado a usted suavemente, esto es “tomar”; si algo le es arrebatado de las manos por la fuerza, esto es apollyon. Lo que Pedro quiere decir en su epístola es que algunos interpretaron mal las cartas de Pablo y no tenían la luz de Dios. Ellos torcieron lo que Pablo dijo de la misma manera que uno arrebata algo de la mano de una persona. Al hacer eso, ellos se destruían a sí mismos y no se edificaban. La destrucción es lo opuesto a la edificación. Si usted no está siendo edificado, está siendo destruido. Al hacer eso, usted no será edificado, sino que destruirá su obra. Por lo tanto, estos dos versículos no nos dicen que un hombre puede perecer después de ser salvo. Nos hablan de aquellos cuyo vivir y obra después de la salvación no son perfectos, y quienes no son capaces de ser edificados día tras día. Si usted tuerce lo que Pablo dijo en sus epístolas, está destruyendo lo que ya tiene.
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