Visión celestial, Lapor Witness Lee
ISBN: 978-0-7363-0927-1
Copia impresa: Living Stream Ministry disponible en línea
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Si deseamos ser creyentes en todo el sentido de la palabra, no solamente necesitamos la visión de Cristo, sino también la visión de la iglesia. Necesitamos ver que el deseo de Dios es obtener la iglesia. El Espíritu Santo nos mostrará que el propósito de Dios al crear el universo, fue producir la iglesia. La redención también tiene como fin la iglesia. Todo lo que Dios hace tiene como meta la iglesia; así que, toda obra y todo ministerio deben tener como objetivo la iglesia. La finalidad de la predicación del evangelio, de la edificación de los santos y de la enseñanza de la Biblia también debe ser la iglesia. Fuimos salvos por causa de la iglesia, no de nosotros mismos ni con ningún otro propósito. El deseo del corazón de Dios es obtener la iglesia, y nosotros fuimos salvos con el fin de ser edificados en ella. Esta debe ser nuestra visión.
Creo firmemente que si nos consagramos al Señor y nos aunamos a Sus intereses, tarde o temprano El ha de abrir nuestros ojos y ha de revelarnos que Su anhelo es obtener la iglesia. Todo lo demás es secundario; lo primordial es la iglesia, el deseo del corazón de Dios.
Ver esto no sólo ha de rescatarnos de nuestros conceptos erróneos, sino que cambiará radicalmente nuestro servicio cristiano. Entenderemos que el propósito de Dios es obtener la iglesia y no solamente propagar el evangelio para que otros puedan ser traídos al Señor, ni sólo lograr que algunos sean llevados a buscar al Señor, amarle y ser espirituales. Todo lo que hagamos en nuestra obra y servicio para el Señor tendrá como fin la edificación de la iglesia. Lo que seamos y lo que hagamos ha de ser para la iglesia.
Examinemos el ministerio del apóstol Pablo. ¿Qué hizo Pablo después de haber sido cambiado y de adoptar este tipo de servicio ofrecido conforme a la visión? Laboró con la iglesia como única meta. Hablando con propiedad, Pablo no hacía su propia obra; todo lo que hacía era para el beneficio de la iglesia. Aparte de ésta, él no tenía ningún interés. Todo lo que fue y lo que hizo era para el bien de la iglesia. Si se le hubiera quitado la iglesia, él se habría quedado sin nada.
Les sugiero que se pongan a prueba y se comparen con el apóstol Pablo. Me preocupa que muchos tengan intereses aparte de la iglesia. Tal vez hagan muchas cosas buenas, pero éstas son ajenas a la iglesia. Esto comprueba que están errados. La iglesia es la mejor prueba para mostrarnos quiénes somos y cuál es nuestra condición, pues ella es el deseo del corazón de Dios.
Es necesario que veamos que la iglesia no es “un castillo en el aire”, sino que es intensamente práctica. En el Nuevo Testamento no encontramos muchas enseñanzas acerca de la iglesia; simplemente se nos presenta la práctica de la iglesia. Allí se practicaba la iglesia. Por ende, hoy también debemos ponerla en práctica.
No debemos decir que la iglesia es invisible ni que es para el futuro. Ciertamente la iglesia es visible. El Nuevo Testamento nunca habla de una iglesia invisible ni que es para el futuro. En el futuro no tendremos la era de la iglesia, sino la era del reino. No pospongamos la iglesia, pues ella debe de existir hoy. Si no tenemos la iglesia en la tierra y durante esta vida, entonces ¿cuándo y dónde hemos de tenerla? ¿Acaso al morir iremos a un lugar donde practicaremos la vida de iglesia? Si dejamos la vida de iglesia para el futuro, ¿dónde tendrá lugar tal vida en el futuro? ¿Existe algún versículo o pasaje bíblico que nos diga que después de morir, iremos al cielo a celebrar reuniones de la iglesia con Pablo y Pedro? ¿Acaso dice la Biblia que en el futuro, en los cielos, tendremos la vida de iglesia, de una iglesia invisible pero real? Ningún versículo nos dice tal cosa, ni que la iglesia existirá solamente en el futuro.
¿Por qué la gente da cabida a la idea de que la iglesia en la tierra hoy no es la iglesia verdadera? ¿por qué algunos piensan que la verdadera iglesia es invisible? ¿y por qué algunos aceptan la enseñanza de que la iglesia es algo para el futuro? Es ahora cuando la iglesia debe ser practicada. Todos necesitamos recibir la visión del aspecto practico de la iglesia.
Además de todo lo anterior, debemos saber que la iglesia es local. Ya que la iglesia es local, el lugar correcto para practicar la vida de iglesia es el lugar donde vivamos. La iglesia debe existir en el lugar donde usted viva. Una ciudad puede parecernos muy buena, pero si allí no está la iglesia, tal lugar es un infierno. Por el contrario, cualquier lugar donde haya una iglesia local, es un verdadero paraíso.
Esto me recuerda la experiencia de Jacob en Génesis 28: “Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella” (v. 12). Cuando Jacob despertó, se dijo: “¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo” (v. 17). Entonces llamó el nombre de aquel lugar “Bet-el”, lo cual significa: “casa de Dios”. Hoy Bet-el, la casa de Dios, es la iglesia (1 Ti. 3:15). Dondequiera que exista la iglesia, la casa de Dios, allí estará la puerta del cielo. El único lugar precioso para nosotros hoy es donde la iglesia está.
En dondequiera que vivamos y adondequiera que vayamos, allí debe haber una iglesia. Pero siempre que hablemos de la iglesia, causaremos problemas. Debemos producir la iglesia aunque incomodemos a otros. Si no hay iglesia en cierta localidad, no podemos permitir que las personas que vivan allí estén en paz; debemos suscitar problemas para que se levante una iglesia en esa localidad. Debemos declarar al universo entero: “Si no hay iglesia en este lugar, yo no tengo una morada. Debo tener un hogar, y para ello debo causar trastornos a mi alrededor”.
Espero que llegue el día cuando todos nosotros, como Pablo, trastornemos el mundo entero. Es necesario que causemos trastornos a toda la nación para que la iglesia sea producida. En todo lugar adonde Pablo y los apóstoles iban, causaban problemas. Antes de que llegaran a un determinado lugar, la gente estaba muy tranquila. Pero tan pronto como estos agitadores llegaban, toda la ciudad era trastornada y turbada. Hechos 17:6 dice: “Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá”. Al trastornar al mundo y crear conflictos, establecemos y edificamos la iglesia.
Nota: Esperamos que muchos se beneficien de estas riquezas espirituales. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de confusión, les pedimos que ninguno de estos materiales sean descargados o copiados y publicados en otro lugar, sea por medio electrónico o por cualquier otro medio. Living Stream Ministry mantiene todos los derechos de autor en estos materiales, y esperamos que ustedes los que nos visiten respeten esto.