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Testimonio de Jesús, Elpor Witness Lee

ISBN: 978-0-7363-8269-4
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Actualmente disponible en: Capítulo 6 de 28 Sección 4 de 4

EL HIJO DEL HOMBRE
ANDA EN MEDIO DE LAS IGLESIAS LOCALES
QUE SON SU TESTIMONIO

La primera visión hallada en Apocalipsis es la visión de los siete candeleros, los cuales representan las siete iglesias locales. La característica más sobresaliente es que Cristo anda en medio de los candeleros (1:13; 2:1). Como señal, esto indica que las iglesias son el lugar donde Cristo puede andar. Si no hubiera iglesias en la tierra, Cristo no tendría lugar alguno para andar. Andar implica manifestarse a la gente. El lugar donde Juan vio a Jesús fue en medio de las iglesias. Muchos de nosotros podemos testificar que antes de venir a las iglesias, sabíamos algo de Jesús, mas no habíamos visto mucho de Él. Sin embargo, en la vida de iglesia, Jesús está aquí día tras día. Cuando visitamos la iglesia en las distintas localidades, allí encontramos a Jesús; Él está en todas partes en las iglesias locales. En las iglesias no solamente conocemos a Jesús y oímos acerca de Él, sino que lo vemos y nos reunimos con Él. Lo que verdaderamente desea el Señor es obtener las iglesias locales. Muchos cristianos hoy en día están interesados en conocer las profecías. Si examinamos la situación en el Medio Oriente, Israel y los países árabes, nos damos cuenta de que estamos en los últimos días de esta era; estamos muy cerca del final. Sin embargo, el libro de Apocalipsis no es principalmente un libro que contiene profecías sobre acontecimientos que ocurrirán en el futuro, sino que es un libro acerca de las iglesias como el testimonio de Jesús.

LAS IGLESIAS LOCALES SON EL LUGAR
DONDE EL SEÑOR EDIFICARÁ SU IGLESIA

Sabemos que el Señor Jesús dijo en Mateo 16 que Él edificará Su iglesia, pero ¿dónde edifica Su iglesia hoy en día? Él no puede edificar Su iglesia de manera práctica en la Iglesia Católica Romana, en las misas, al quemar incienso y en las confesiones a los sacerdotes. Tampoco le es posible al Señor Jesús edificar Su iglesia en las denominaciones grandes. Es cierto que la gente puede ser salva en ellas, tal como muchos han sido salvos en la Iglesia Católica. Hasta cierto grado la gente puede recibir salvación en esos lugares y ciertamente esos son buenos sitios para que la gente sea salva, pero honestamente, no podemos afirmar que ellos sean lugares adecuados para que el Señor Jesús edifique Su iglesia. ¿Qué podemos decir respecto a los grupos libres o los grupos que se reúnen para estudiar la Biblia en sus hogares, grupos de cinco o diez personas que aman al Señor Jesús y se reúnen para orar y estudiar? Tales grupos son buenos para fomentar la comunión, pero proveen muy poca oportunidad al Señor para que edifique Su iglesia en esos grupos. Ellos no tienen la intención de cumplir este propósito. Si les visitáramos e intentáramos hablarles sobre la iglesia, quizás digan: “Por favor, no hablen de eso; sólo causarán problemas”. También está el llamado movimiento carismático, incluso dentro de la Iglesia Católica. En algunas iglesias católicas encontramos una mixtura de lo “carismático” con la misa y la adoración a María. Repito, no es posible que el Señor edifique Su iglesia en esa situación. Si nos apartamos un poco y vemos la situación de forma objetiva, veremos claramente que no hay manera que el Señor pueda edificar Su iglesia en la Iglesia Católica, en las denominaciones, en los grupos libres ni en el movimiento carismático. Entonces ¿dónde puede el Señor edificar Su iglesia?

Hace más de cincuenta años, en 1922, el Señor ganó un joven llamado Watchman Nee y le infundió la carga con respecto a la iglesia, y todos nosotros hemos recibido la misma visión por medio de él. Cuando estaba bajo los buenos maestros de la Asamblea de los Hermanos, aprendí la Biblia conforme a la letra, pero no recibí mucha revelación. En ese mismo período, Dios se valió del hermano Nee para levantar las iglesias. Finalmente, vi la visión de la iglesia por medio de su testimonio, y salí de las denominaciones. Estábamos muy claros acerca de la vida de iglesia. Cuando uno ve algo, jamás podrá negar haberlo visto. Desde nuestra juventud hemos luchado por la iglesia debido a que hemos recibido una visión acerca de ella. Para que el Señor regrese, se necesitan las iglesias locales a fin de que Él edifique Su iglesia. Juan 3:29 dice: “El que tiene la novia, es el novio”. Sabemos que la novia es la iglesia, pero en la situación actual ¿dónde está la novia? Sin las iglesias locales, no hay posibilidad de tener la novia.

Como hemos visto, el libro de Apocalipsis no es simplemente un libro de profecía acerca de las bestias y los diez cuernos. Éste es un libro que trata de la iglesia. En el capítulo 1 se nos presentan las iglesias locales, y en los capítulos 2 y 3 hay más acerca de las iglesias locales. Por supuesto, un buen cuadro siempre necesita un trasfondo, de ahí que, después de los primeros tres capítulos, se nos da una palabra adicional sobre la situación mundial. Después, en el capítulo 7 vemos una gran multitud compuesta por aquellos que fueron redimidos, y que constituyen la iglesia; en el capítulo 12 se nos habla del hijo varón, los vencedores producidos dentro de la iglesia; y en el capítulo 14 vemos las ciento cuarenta y cuatro mil primicias y la mies, la cosecha. En el capítulo 19 tenemos la novia que se ha preparado, que es el resultado de las iglesias apropiadas mencionadas en los capítulos anteriores; la novia en el capítulo 19 surge de las iglesias en el capítulo 1. Finalmente, tenemos la Nueva Jerusalén en el capítulo 21. Apocalipsis comienza con las siete iglesias y termina con la Nueva Jerusalén, que es la consumación de las iglesias. Todo esto es el testimonio de Jesús.

Si verdaderamente estamos en serio para seguir al Señor, amarle y ser para Su testimonio, todos tenemos que ver claramente que lo que el Señor necesita hoy son las iglesias locales. No criticamos las otras obras que otros realizan, pero nos damos cuenta que el testimonio central que el Señor desea es las iglesias locales. Las iglesias locales son todo-inclusivas. En las iglesias hay predicación, propagación, aumento, allí se lleva frutos, se edifica a los creyentes, allí hay ministerio de vida, el crecimiento de la vida y la edificación del Cuerpo de Cristo. Las iglesias locales no son una misión, una obra, una denominación ni una organización para mantener ciertas enseñanzas y doctrinas. Las iglesias locales son la expresión del Cristo todo-inclusivo; por lo tanto, ellas son el testimonio de Jesús. Esto producirá la novia, y esto resultará y tendrá como consumación la Nueva Jerusalén, la cual será el pleno testimonio de Jesús. A fin de hacer realidad el testimonio de Jesús, primero tenemos que edificar las iglesias locales y, después entrar en ellas, tal como lo hizo Noé, quien edificó primero el arca y después entró en ella. Ésta es nuestra salvación y nuestro testimonio hoy en día, el cual es el testimonio de Jesús. Aquí la gente puede ver a Cristo y es aquí donde Cristo puede andar, manifestarse a las personas, visitarlas y reunirse con ellas. Ésta es la necesidad práctica y el vivir necesario para hacer realidad el testimonio del Señor hoy en día. Todos debemos ver esto y todos debemos entrar en esto.


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